La renuncia del nº 6 de Armengol al ser padre por gestación subrogada desata un cisma en el PSOE balear

La renuncia de Oriol Lafau, hasta ahora, nº 6 de la candidatura autonómica socialista para las elecciones de mayo que encabeza la secretaria general y presidenta del Govern, Francina Armengol, al ser padre  de una niña de tres años por gestación subrogada, ha visualizado el cisma interno que se empieza a vivir en el PSOE balear, hasta ahora, un remanso de paz y de bien pagados altos cargos.

A menos de dos meses de las próximas elecciones autonómicas, que todos en el partido daban por ganadas hace un año, y donde ahora, empiezan a aflorar las dudas ante un más que incierto panorama electoral, Armengol pierde al que iba a ser una de las piezas claves de su nuevo Ejecutivo, en caso de que renovara en mayo por tercera vez, su coalición de gobierno con los independentistas de Més y Podemos.

Lafau, que aún continúa como coordinador autonómico de Salud Mental, estaba llamado a ser el nuevo conseller de Salud, en sustitución de la actual consellera Patricia Gómez. Pero, a mediodía de ayer, tembló el tablero político socialista de cara a esas autonómicas de mayo.

Y lo hizo por obra y gracia de la consellera de Presidencia, ex secretaria general de la Federación Socialista de Mallorca (FSM) entre 2017-2021, y conocedora, como toda la cúpula socialista, de que Lafau había sido padre mediante la misma fórmula que ha utilizado la actriz y presentadora Ana García Obregón para tener una niña. La gestación subrogada provocó el pasado miércoles un alud de declaraciones incendiarias por parte de varias ministras del Gobierno de Pedro Sánchez en contra de Obregón.

Entre ellas el fatídico tuit de Garrido que forzó, a la postre, la salida de Lafau y que la consellera socialista podía haber evitado por una sencilla razón: el PSOE con Sánchez a la cabeza es de ideología gaseosa, y se ha posicionado a favor y en contra de la gestación subrogada. De hecho en 2016 la incluyó en el pacto fallido con Ciudadanos. Ahora, en línea con Podemos, la rechaza, mañana se verá.

Pero Garrido no dudó, mientras otros en su partido se pusieron de perfil sobre este particular.

De hecho, entre la primera fila de dirigentes socialistas de Baleares, la única que se manifestó en redes sociales fue la también número cinco de la candidatura autonómica de Armengol: «La gestación subrogada es violencia y explotación contra las mujeres».

Un mensaje que ponía en el centro de la polémica a su compañero de lista autonómica, que horas después presentaba su renuncia por el fuego amigo de Garrido que, lógicamente, también aprovechó la oposición.

En declaraciones a los medios, la propia Francina Armengol, daba su parecer sobre el particular, y no dejaba lugar a dudas, del verdadero motivo de la renuncia de Lafau. «No quiere ser utilizado como arma de la peor política».

La directamente beneficiada de la salida de Lafau es la actual consellera de Salud, Patricia Gómez, número tres de la candidatura de Armengol, y que en caso de reeditarse la actual coalición de gobierno en Baleares, todo hace indicar que volverá a ocupar el despacho de una conselleria plagada de escándalos con ejemplos de nepotismos por doquier (caso Palomino o Juli Fuster), vacunajetas o la compra de mascarillas durante la pandemia, entre otras polémicas.

Lejos de optar por sustituir a Lafau en su candidatura por alguien del partido, Armengol ha optado por ascender a su jefe de gabinete, Quim Torres ,a la sexta posición en una lista electoral en la que, entre los once primeros, sólo hay tres claros perfiles de partido: Garrido, Silvia Cano y Carles Bona.

Independientes tras la salida de Lafau quedan tres, y el resto son personas de confianza de Armengol con carnet, caso del portavoz Iago Negueruela o la citada, Patricia Gómez.

El tuit de Garrido reajusta las piezas del tablero político socialista en Mallorca dominado por la consellera de Presidencia, sólo durante los cuatro años que estuvo al frente de la Federación Socialista de Mallorca (FSM) cuya secretaría general abandonó en 2021, no optando a la relección, por orden y deseo expreso de Armengol. Y ello, pese a haber logrado en 2019 que los socialistas fueran por primera vez la fuerza política más votada en Mallorca, con 90.000 votos, y alcanzando hasta 16 alcaldías.

En esas elecciones, cuando todos daban por hecho que Garrido sería cabeza de lista al Consell de Mallorca, Armengol también le cerró el paso, y optó por la entonces consellera insular de Hacienda, y hoy presidenta insular y número uno de la FSM, Catalina Cladera.