El PSOE exige ahora que la ecotasa vaya al turismo tras gastarla Armengol en conciertos y patinetes

El PSOE exige ahora que el denominado Impuesto de Turismo Sostenible (ecotasa) recupere su carácter finalista y vaya a inversiones relacionadas con el turismo tras destinar su recaudación la pasada legislatura la ex presidenta socialista del Govern balear, Francina Armengol, a toda clase de proyectos, muy alejados de la finalidad para la que fue creada, desde conciertos a la compra de patinetes eléctricos, entre otras cuestiones.

Otro botón de muestra más del cinismo marca de la casa de los socialistas cuando pasan a la oposición, y que se está poniendo más que en evidencia en este arranque de la legislatura.

En el tema de la ecotasa, el PSOE ha presentado una enmienda a una proposición presentada por el Grupo Parlamentario Popular que será debatida en la mañana de este jueves 9 de noviembre en la Comisión de Turismo de la Cámara balear, en la que los socialistas instan al Govern del PP liderado por la presidenta Marga Prohens, a que el montante recaudado se destine a un fondo finalista.

Estaría dirigido, en concreto, a «inversiones en modernización hacia la sostenibilidad del sector turístico, diversificación del modelo económico, mediante proyectos de investigación científica, desarrollo e innovación tecnológica (I+D+i), mejora de la formación y de la calidad del empleo, y proyectos de sostenibilidad medioambiental».

Un destino bastante similar al que recoge la iniciativa parlamentaria del PP que todo apunta que hoy saldrá adelante, y que en este caso es aún más concreta, ya que se propone que lo recaudado «se destine a un fondo finalista para inversiones en modernización del sector turístico y proyectos de sostenibilidad medioambiental».

También la moción presentada por el PP apuesta porque «se reinvierta de forma equitativa y proporcionada, sin olvidar que será necesario aplicar un criterio específico o coeficiente corrector que permita llegar a todos los territorios de las Islas Baleares», algo que no sucedía bajo mandato socialista, siendo la isla de Ibiza la más perjudicada, dándose la circunstancia de que era la única isla gobernada por el PP.

El denominado Impuesto sobre estancias turísticas en las Islas Baleares y medidas de impulso sostenible, establecido en la Ley 2/2016, de 30 de marzo, grava las pernoctaciones de los viajeros que se alojan en establecimientos turísticos en Baleares ya sean hoteles, apartahoteles, apartamentos turísticos, viviendas turísticas, alojamientos rurales, albergues, posadas, campings y embarcaciones de crucero turístico.

Su propósito es recaudar fondos (unos 139 millones de euros, variable en función de la afluencia turística) para minimizar el impacto del turismo masivo en la naturaleza y en el medio ambiente, a través de las inversiones necesarias para la conservación de la naturaleza.

Sin embargo la pasada legislatura bajo el Govern de Armengol se hizo una interpretación tremendamente subjetiva de su finalidad, y fue destinada a inversiones en vivienda, mejora de las redes de agua, la puesta en marcha de la universidad de ciencias, arreglos de infraestructura de colegios y otros muchos proyectos, convirtiendo estos fondos en un «cajón de sastre» para «tapar agujeros» de cualquier naturaleza, utilizándose en definitiva, como una fuente más de financiación.