El PP balear exigirá que el dinero de la ecotasa se destine a proyectos medioambientales

El PP presentará una enmienda a los presupuestos de Baleares de 2022 para que los fondos de la ecotasa recuperen su destino finalista y no se desvíen a iniciativas de despilfarro de dinero público como el concierto de Los 40, por el que el Govern de Francina Armengol y otras instituciones públicas de las Islas pagaron 1,2 millones de euros al Grupo Prisa. 

Será una de las propuestas que defenderá el portavoz del Grupo Popular en el Parlament, Toni Costa, incluidas dentro de la enmienda a la totalidad que los populares presentarán a las cuentas del Ejecutivo para el próximo año. 

La ecotasa, implantada la pasada legislatura por el mismo gobierno de la  izquierda nacionalista balear con fines medioambientales, perdió su carácter finalista por decreto en 2020. El paquete legislativo de medidas de reactivación económica que impulsó el conseller socialista de Turismo, Iago Negueruela, el pasado año eliminó este carácter y dejó en suspenso también la denominada Comisión de Turismo Sostenible, que es la que tenía que decidir el destino de los fondos de ese impuesto verde.

Desde ese momento, el Ejecutivo balear de coalición de socialistas, nacionalistas y populistas de Unidas Podemos (UP) ha tenido manos libres para financiar a dedo los proyectos que ha querido, incluyendo el concierto musical millonario del Grupo Prisa.

Un derroche de dinero público del que tendrá que dar cuenta el próximo martes el conseller Negueruela en la sesión de control al Ejecutivo de Armengol. La formación El PI-Proposta per les Illes ha registrado una solicitud urgente de comparecencia del conseller de Turismo para que dé explicaciones sobre el uso de fondos provenientes del denominado Impuesto de Turismo Sostenible en el patrocinio de la gala de Los 40 Principales en Palma. 

El portavoz de la formación en el Parlament, Josep Melià, manifestó sobre el particular que la ecotasa “tiene sentido si es finalista, si va dirigida a cubrir las externalidades negativas que provoca el turismo», por lo que «utilizarla para promocionar un concierto, desnaturaliza completamente este impuesto». 

Desde el PI defienden que este tributo que pagan todos los que pernoctan en establecimientos turísticos de Baleares, además de cruceristas, «debe estar relacionado con el turismo y el medio ambiente» y «si no es así, no tiene ningún sentido».

Melià cree que esta modificación del espíritu original del impuesto provocará «un rechazo muy importante» por parte de los turistas. El diputado regionalista además exigió que el impuesto se reduzca a la mitad, recuperando los tipos impositivos de cuando se aprobó, «ya que se ha pervertido y los recursos no se dedican prioritariamente a las externalidades negativas del turismo».