PSIB-PSOE, esa fiera negacionista de la democracia

Todo apunta a que desde el pasado 23 de marzo la maquinaria electoral del PSIB-PSOE ha puesto la directa y, cómo no, con el ventilador encendido.
Hay muchos modelos de ventilador, además de la canción de Gato Pérez, y de un tiempo a esta parte los pastores del socialismo balear le han cogido el gusto a endosar al adversario –para ellos, en realidad enemigo- aquello que precisamente el Pacte de Progrés durante el octeto negro fue incapaz de sacar adelante. Incluso, acusarles de lo que ellos precisamente son.
Un ejemplo de esto último. Nada más ser ratificada como secretaria general del PSIB-PSOE, Francina Armengol acusó a la presidenta Marga Prohens (su enemiga antes que adversaria) de comportarse como una hooligan en el Parlamento balear. Vamos a ver Cariño Armengol. Lo que define el perfil de un hooligan es su comportamiento agresivo y lo que precisamente sí es agresivo es aquello que «rompe con el orden establecido». La RAE. ¿Va a ser necesario enumerar las veces que te has comportado como una hooligan desde tu condición de presidenta del Congreso de los Diputados?
En Baleares podían colar tus discutibles modales de lideresa de la extrema izquierda. Pero una vez señalada como tercera autoridad del Estado, lo que ha ocurrido sistemáticamente es tu interés por disfrazar la realidad, jugando a ser el felpudo de tu amado líder o «puto amo» (Puente dixit). Ese empeño por ejercer de ama de llaves de Moncloa, literalmente es dinamita contra la división de poderes y eso sí es, Cariño Armengol, ejercer de hooligan sin olvidar que podría entenderse como ejercicio de prevaricación continuada.
Te supongo enterada del refrán que dice «piensa el ladrón que todos son de su condición». Entonces, acaba la frase: «Piensa la hooligan que todas…».
Más extravagancias nos ha deparado el XV Congreso del PSIB-PSOE. Sin ir más lejos la frase de Pedro Sánchez, según la cual, «nosotros estamos en el lado correcto de la Historia». Ser extravagante es sinónimo de «grotesco, raro, estrambótico», lo que mucho tiene de irregular y sin orden. La RAE o sea. Nada más llegado Pedro Sánchez a la Moncloa, dimitió su ministro de Cultura y Deporte, Màxim Huerta. Y Sánchez se limitó a preguntar: «¿Qué dirá de mí la Historia?». Ya mandaba huevos su enfermiza megalomanía, es decir, sus delirios de grandeza tan propios de consulta de psiquiatra. «Estar en el lado correcto de la Historia» es, además, uno de los dogmas sagrados que no admiten discusión en el wokismo de la izquierda contemporánea.
Hablemos del lado correcto de la Historia revisando viñetas, a día de hoy. Los tiempos gloriosos de los 60, 70 y 80 de grandes dibujantes incisivos se han extinguido. Mingote o Forges, por citar dos referentes, ya no están con nosotros. A partir de ahí, casi el vacío tenebroso de la clarividencia. Puesto a buscar continuador de lo anterior, encontré la viñeta de Caín, publicada en un diario de papel no asimilado a la Brunete Pedrete (periodistas dóciles y sumisos ante el PSOE de Sánchez), y pese a ello, en exceso moderado en lo que atañe al periodismo de investigación, hoy más necesario que nunca.
El pasado 25 de marzo, recién acabado el XV Congreso del PSIB-PSOE, y al margen de todo ello Caín publicaba una viñeta protagonizada por progre descrito en una impecable línea clara. Su leyenda. «Mi mujer es facha: lo sé porque no me da la razón cuando no la tengo». ¿Suena a ultra, ultra, facha, facha’ en el abecedario woke del lado correcto de la Historia? Pues eso; no lo olviden, votantes, cuando les señalen a PP y Vox como la ultraderecha.
Una cuestión final del XV Congreso del PSIB-PSOE. En el Komintern que ha salido de esa congregación de becerros, están los mismos de siempre, en todo caso cambiando de sillas y nada más. Ahora Rubén Castro es el nuevo portavoz y nos anuncia que «el PSIB-PSOE está preparado para convencer y vencer». ¿A quién o a quiénes? 2011: 90.008 votos. 2015: 81.083 votos. 2019 (el gran año de la izquierda) 116.496 votos. 2023: 118.140 votos. Me refiero a los conseguidos por el PSIB-PSOE, hablo de ellos, porque el resto a modo de parásitos del estilo de Més y Podemos/Sumar es filfa, sin apoyo de los socialistas de Baleares. Filfa, por cierto, coloquialmente, nos refiere «mentira, engaño, noticia falsa». ¡Uy, la RAE! No son nadie sin el PSIB.
Hablando de los votos del PP. 2011: 194.861 votos. 2015 (la gran debacle) 121.121 votos. 2019: 94.821 votos (tocando fondo) y 2023, 159.755 (gran remontada, dejando al PSIB-PSOE en 118.140). Nunca fueron rivales, en circunstancias normales. Así pues, electores de Baleares ojo al dato. Toca seguir en la misma dirección si no aspiramos a un nuevo Pacte de Progrés.
Mis queridos votantes de Baleares, ustedes mismos. Abstenerse socialistas, aquejados de esclerosis intelectual múltiple. Del resto, de ustedes depende no volver a caer en las garras de esta fiera negacionista de la democracia.