La primera obra de calado de Prohens será la reforma del degradado Hostal Terminus del centro de Palma

La primera obra y proyecto de calado del Govern de Marga Prohens será la reforma del degradado Hostal Terminus ubicado en el centro de Palma, en el Parc de Ses Estacions y que albergará las oficinas de Servicios Ferroviarios de Mallorca (SFM).

Un edificio centenario (1914), protegido y catalogado, que cerró como establecimiento hotelero en 2018, pasando a manos de la Administración balear que impulsó su protección, y que desde entonces, ha padecido un exasperante abandono con incontables pintadas vandálicas que ensucian su fachada, y con sus ventanas tapiadas desde enero con paneles de madera, para evitar la entrada de okupas.

Tras salir a concurso en la primavera pasada, y después de dos legislaturas sin hacer nada para su reforma integral, a finales de este mes se adjudicarán unas obras que arrancarán en las primeras semanas de 2024. Unos trabajos presupuestados en 4.102.468,69 euros y que tienen un plazo de ejecución previsto de dieciocho meses.

El Hostal Terminus forma parte del conjunto de edificios que perviven de la antigua estación de ferrocarril de Palma. Está catalogado de acuerdo con la normativa de patrimonio histórico con un grado de protección B y forma parte del antiguo Catálogo de Protección de Edificios y Elementos de Interés Histórico, Artístico, Arquitectónico y Paisajístico de Palma, además, de haber sido declarado como Bien Catalogado en 2007.

El edificio es propiedad de SFM y su céntrica ubicación lo convierte en un emplazamiento óptimo para satisfacer las necesidades de esta compañía autonómica en cuanto a la gestión del transporte público ferroviario.

La reforma supondrá la instalación de un nuevo centro de control de SFM, además de mantener la cafetería y añadir un espacio sociocultural.

La rehabilitación dotará de tres partes diferenciadas al edificio, con una planta baja que será una sala polivalente de uso social y cultural, y plantas superiores donde se ubicará un nuevo centro de control y mando de los Serveis Ferroviaris de Mallorca (SFM) y tras dependencias técnicas.

La modificación más significativa en la configuración y estructura del edificio es la instalación de un ascensor en la parte central del edificio para cumplir con los requisitos de accesibilidad, así como la dotación de una nueva escalera de acceso a la segunda planta como prolongación natural de la escalera principal original.

La nueva caja del ascensor y de la nueva escalera, junto con un corredor que comunicará los dos cuerpos, son los únicos elementos que se añaden al edificio existente.

En cuanto a las fachadas, el proyecto prevé la eliminación de las pintadas vandálicas existentes bajo la dirección de un equipo de restauración especializado que seguirá las indicaciones del estudio de conservación de la restauradora Marina Ramisa. Se mantendrán tanto la piedra artificial (marmolina) de los zócalos perimetrales, como la piedra de Santanyí del conjunto, limpiados y tratados con productos hidrófugos.

Asimismo, se sustituirá la carpintería de aluminio del invernadero de la cafetería (construido el 1939) por persianas de madera, dejándose como una terraza cubierta.

Una vez concluyan estas obras en 2025, se pondrá así fin a la degradación actual que padece este inmueble cuyo entorno se ha convertido en el mayor punto negro en materia de seguridad ciudadana del centro de Palma y donde las batidas policiales con motivos de robos, hurtos y peleas suelen ser cotidianas.