El Segundo Cinturón de Palma tendrá un túnel que unirá Son Ferriol con la autopista de Llucmajor
Las obras tendrán una duración de aproximadamente un año y medio o dos años
El Consell necesitará los 230 millones de euros del convenio de carreteras para iniciar el proyecto
Se prevé alejar la actual carretera de las casas del Coll d'En Rabassa
El esperado primer tramo del Segundo Cinturón de Palma empezará a construirse a partir del año 2026 por un coste de 110 millones de euros. El proyecto, que ha estado en un cajón durante los últimos años, tiene como medida estrella un túnel de 845 metros que enlazará la autopista del aeropuerto de Palma con Son Ferriol sin pasar por el Coll d’En Rabassa.
El proyecto ha sido presentado este lunes por el presidente del Consell de Mallorca, el popular Llorenç Galmés, que ha asegurado que para llevar a cabo estas obras serán necesarios «los 230 millones de euros que robó Pedro Sánchez a todos los mallorquines con el convenio de carreteras». En caso de que no se devuelva la cuantía, la institución insular buscará otras fuentes de financiación, ya sean autonómicas o europeas.
Este nuevo paso subterráneo tendrá su entrada a la altura de la antigua fábrica de Coca Cola y llegará hasta las cocheras de la EMT. Dicho túnel, que tendrá dos carriles, permitirá a los vehículos que vienen de Palma acceder directamente a la zona industrial y comercial, por lo que evitará que se tenga que pasar por el Coll d’En Rabassa.
Por otro lado, desde el Consell prevén alejar la carretera de las casas situadas en el Coll d’En Rabassa, que prácticamente pasa por encima de los tejados, sin la necesidad de demoler ninguna ninguna edificación ni vivienda, a diferencia de otros proyectos que se presentaron en el pasado.
Por si fuera poco, los vecinos del Coll d’En Rabassa tendrán una salida hacia su barrio para que puedan evitar el paso por la rotonda de acceso al centro comercial Fan Mallorca, un espacio con recurrentes atascos.
El primer tramo del Segundo Cinturón también irá acompañado de carriles bici y un aparcamiento disuasorio de unas 450 plazas a la salida del túnel, además de una amplia red cívica para los viandantes y las bicicletas.
Según ha indicado Galmés, este proyecto de movilidad supone «un paso muy importante hacia la descongestión circulatoria de los accesos de Palma». En relación a esto, ha asegurado que acabar con el primer tramo responde a «nuestro compromiso de desatascar las carreteras».
Asimismo, han explicado que el túnel subterráneo de casi 1 kilómetro de longitud contará con todos los sistemas de seguridad y drenaje y minimizará el impacto paisajístico.
El presidente del Consell de Mallorca ha explicado que este proyecto era «muy necesario para conseguir una movilidad sostenible» y que ha estado paralizado «por la falta de voluntad del anterior ejecutivo de izquierdas de esta institución».
Por su parte, el conseller insular de Territorio, Movilidad e Infraestructuras, Fernando Rubio, ha detallado que la duración de las obras serán de aproximadamente un año y medio o dos. Actualmente, el proyecto esta aprobado y ya se está licitando la redacción del proyecto constructivo, donde se han presentado hasta cinco empresas con un presupuesto de 1,4 millones de euros.
Desde Vox han indicado que la construcción del primer tramo del Segundo Cinturón de Palma es «una buena noticia para los mallorquines», ya que era «muy necesario». El portavoz adjunto de la formación en el Consell, David Gil, ha asegurado que el anterior equipo de gobierno «dejó aparcado en un cajón».
Críticas de la oposición
La infraestructura presentada este lunes ha despertado las críticas de la oposición en el Consell de Mallorca. Desde Més per Mallorca han subrayado que el pacto PP-Vox «recupera un modelo viario obsoleto» como es el del «fomento del uso del coche privado».
El portavoz de la formación independentista, Jaume Alzamora, ha destacado que «acabar el segundo cinturón supone dar continuidad al modelo de Maria Antònia Munar y evidencia el poco compromiso de Galmés de impulsar una movilidad sostenible con menos coches y menos contaminación».
El PSIB, por su parte, ha exigido a Galmés que no utilice el convenio de carreteras «como excusa» ya que, según ha indicado la portavoz de los socialistas en el Consell, Catalina Cladera, la institución ya cuenta con un remanente de 10 millones de euros con los que financiar la construcción del primer tramo del Segundo Cinturón de Palma.
Sin embargo, Cladera ha precisado que se trata de «una obra importante para Mallorca para descongestionar el tráfico que viene de la Autopista de Llevant y que va hacia la zona Norte», aunque ha afirmado que «el planteamiento ya se había hecho en la pasada legislatura y se basa en estudios previos que se han encontrado hechos».
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