El poder de ‘El Vito’ desde la cárcel: sus puntos de venta de droga siguen a pleno rendimiento en Son Banya
Juan Vega está considerado, a pesar de su juventud, el nuevo rey del narcotráfico en el poblado

Pese a que su figura permanece hoy entre rejas, el nombre de Juan Vega El Vito -considerado durante años por los investigadores como uno de los hombres más influyentes dentro del entramado de Son Banya- sigue resonando con fuerza en el poblado. Para muchos agentes, su capacidad de influencia continúa pesando en el ambiente, mientras los puntos de venta asociados a su entorno parecen resistir cualquier intento de desmantelamiento. La última operación policial, desarrollada el pasado viernes vuelve a poner el foco en la dificultad de apagar por completo el histórico mercado de estupefacientes del enclave.
Agentes del Grupo de Atención al Ciudadano de la Policía Nacional, desplazados de paisano al interior del asentamiento, realizaron una nueva incursión en una de las zonas más vigiladas del poblado. Nada más acceder observaron una escena que, según fuentes policiales, se repite con inquietante frecuencia: dos hombres y una mujer en actitud vigilante frente a una caseta señalada en numerosas ocasiones como punto de venta activo (Las Vegas). A pocos metros, un vehículo permanecía detenido estratégicamente ante la puerta, lo que hizo sospechar que pudiera estar implicado en el trasiego de clientes.
Al detectar la presencia policial, los tres intentaron huir precipitadamente, pero la maniobra fue neutralizada en segundos. Los agentes lograron interceptarlos antes de que alcanzaran los límites del poblado, asegurando además el acceso a la caseta para evitar que cualquier persona pudiera entrar o manipular posibles pruebas.
Cuando los policías accedieron al interior, hallaron una escena que confirmaba sus sospechas: diversas cantidades de cocaína, hachís y marihuana, todas preparadas en dosis listas para su distribución inmediata. Junto a las sustancias se localizaron una báscula de precisión, una libreta con anotaciones de ventas -incluida la palabra venta en su portada- y 3.900 euros en billetes y monedas fraccionadas, un indicativo claro del movimiento constante de compradores.
Tras las comprobaciones, los dos varones fueron detenidos como presuntos responsables directos del punto de venta. Ambos fueron trasladados a dependencias policiales para continuar con las diligencias.
En cuanto a la mujer, los agentes verificaron que había acudido al lugar para adquirir droga: entregó un cogollo de marihuana que reconoció haber comprado instantes antes. Al proceder a su identificación, la Policía constató que tenía una reclamación judicial en vigor, motivo por el que también fue arrestada.
La operación se suma a una larga serie de intervenciones que buscan debilitar las redes de venta que operan desde hace décadas en Son Banya. Aunque algunos de los nombres más conocidos del poblado -entre ellos El Vito- se encuentran actualmente en prisión, los agentes sostienen que la estructura de comercio ilegal continúa activa, adaptándose a cada golpe policial y reorganizándose rápidamente.
Fuentes policiales reconocen que el entramado, profundamente arraigado, exige constancia, presencia casi diaria y la colaboración ciudadana para lograr un impacto sostenido. La capacidad del poblado para regenerar nuevos puntos de venta sigue siendo uno de los principales retos para las fuerzas de seguridad.