Los narcos de Son Banya fortifican su poblado con una muralla de chatarra para que no entre la Policía
La muralla de los narcos de Mallorca mide dos metros de altura de chatarra y coches quemados
Los narcos de Son Banya (Mallorca) han acabado las tareas de fortificación de su poblado, el supermercado de las drogas de la isla, para evitar que entre la Policía. Desde hoy, una muralla de dos metros de alto, compuesta de chatarra y coches quemados, rodea como un cinturón defensivo el poblado de la Paca, la matriarca de los clanes de narcos que gobernaba con mano de hierro en el famoso poblado chabolista.
La «Gran Muralla» de chatarra es la primera línea de defensa de estos narcos de Mallorca. Si la Policía o la Guardia Civil consiguen atravesarla, se encontrarán con una serie de parapetos de menor tamaño, repartidas por las vías de acceso al poblado. Ya dentro del asentamiento se mantiene una tercera y última línea de defensa anti-redada, las ya tradicionales barricadas improvisadas de piedras en medio de las calles «más calientes» del poblado. Fuentes policiales aseguran que el objetivo de estos narcos de Mallorca es siempre el mismo: impedir o retrasar la entrada de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en el poblado de Son Banya para que los traficantes tengan tiempo de esconder la droga de los puntos de venta.
La creación del cinturón amurallado del poblado se ha hecho, por supuesto, de forma ilegal. De hecho, en las últimas operaciones antidroga en el poblado, la Policía se ha dedicado a desmantelar las primitivas defensas y barricadas que nunca llegaron a la altura y contundencia de las que desde hoy rodean el asentamiento.
Última redada
Sólo han pasado tres meses desde la última redada en el poblado. Entonces, un dispositivo policial integrado por agentes de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) de la Policía Nacional y de la Policía Local de Palma irrumpieron en Son Banya, junto a técnicos municipales y operarios, para derribar unos vallados que los narcos habían instalado ilegalmente en el interior de este asentamiento chabolista.
En concreto, los operarios quitaron un cercado con cierre perimetral donde había animales, retiraron un sistema de luces y subsanaron otras irregularidades como la retirada de barreras metálicas que hacían el papel de barricadas.
Asimismo, se derribaron cuatro edificaciones artesanales ilegales que funcionaban como cuatro puntos de venta con droga. Al descubrirlo, los agentes de la UPR han comisionado a los agentes de Estupefacientes de la Policía Nacional para llevar a cabo una investigación.
Como de costumbre, se intervinieron diversas sustancias estupefacientes como cocaína, marihuana y hachís, así como diversos útiles. En los puntos de venta no se encontraba ninguna persona en el momento de la intervención por lo que no se produjeron detenciones.
El centro de protección animal del Ayuntamiento de Palma se hizo cargo de los animales, varias especies avícolas como gallinas, gallos y pavos. Los agentes, por su parte, detuvieron a un hombre que estaba en el interior del poblado y sobre el que pesaba una reclamación judicial.
«La emperatriz» del poblado
Francisca Cortés, La Paca, la antigua matriarca y «emperatriz» del supermercado de los narcos de Mallorca, Son Banya, fue detenida por última vez en el año 2022 por la Guardia Civil en una gran operación antidroga en la isla. Más de un centenar de guardias participaron en los 60 registros y las decenas de detenciones, 2o de los arrestados en el poblado marginal.
Entre ellos estaba Francisca Cortés, la que para la Policía fue durante muchos años la principal traficante de drogas de la isla. Entonces, La Paca, de 66 años, disfrutaba de salidas esporádicas tras cumplir varias condenas porque estaba en tercer grado. Desde entonces fue privada de los beneficios penitenciarios, igual que la última vez que recurrió para retomarlos y se lo negaron el pasado mes de abril de 2024.
El tesoro de «La Paca»
Tras años de dominio absoluto de todo el tráfico de drogas en Mallorca, el declive de Francisca Cortés arrancó en el año 2009. Entonces, en el mes de septiembre, un ejército de policías y operarios tomó el poblado de nuevo y fueron directos a los edificios propiedad de La Paca.
Tras horas de excavaciones en el suelo del almacén contiguo a su casa, los agentes dieron con el tesoro de La Paca. Se encontraron con 4 millones de euros en fajos envueltos en celofán descansaban bajo tierra, junto a 8.000 dólares y 7’5 kilos de joyas de dudosa procedencia. Fue el comienzo del fin del imperio de La Paca.