Hallan sin vida a Julián Sáez Espigares, el hombre sin hogar desaparecido en Palma
El hombre, que tenía una discapacidad del 70% y que vivía en la calle por voluntad propia

Julián Sáez Espigares, el hombre de 60 años que llevaba desaparecido desde el pasado 3 de diciembre, fue hallado sin vida este viernes en Palma. El cuerpo fue localizado junto a las vías del tren, en un tramo que separa Son Castelló de Son Rossinyol.
Julián, que tenía una discapacidad del 70% y había decidido vivir en la calle por voluntad propia, desapareció de manera repentina tras realizar varios reintegros en un cajero del centro de la ciudad. Desde entonces, su rastro se había desvanecido: su teléfono móvil dejó de dar señal y no apareció en ninguno de los lugares que frecuentaba. La Policía Nacional, Policía Local de Palma activaron desde el primer momento los protocolos de búsqueda, mientras familiares y amigos vivían horas de angustia y desesperación.
Su historia ya había conmovido a la ciudad. Según relatos familiares, Julián era una persona vulnerable, que necesitaba supervisión y tomaba medicación de manera regular. A pesar de su elección de vivir en la calle, su familia mantenía un contacto diario con él, ayudándole con alimentación, ropa y cuidado básico. Su sobrina relataba con angustia a OKBALEARES: «Hablábamos con él todos los días. Lo recogíamos, lo llevábamos a casa para que se duchara, le dábamos comida… y ahora todo es silencio. Es como si se lo hubiera tragado la tierra».
Dormía habitualmente en un portal cercano al Corte Inglés de Avenidas, un refugio que había convertido en su hogar temporal, respetado por su familia pese a las dificultades.
La desaparición de Julián había generado enorme preocupación por su vulnerabilidad y la posibilidad de que estuviera desorientado o sin acceso a su medicación, especialmente ante las bajas temperaturas de diciembre.
Con su hallazgo, se cierra un capítulo marcado por la incertidumbre y la angustia, aunque la tristeza por su pérdida es profunda. Julián Sáez Espigares, que buscó en la calle su libertad, ha dejado ahora un vacío doloroso en quienes lo conocieron y lo cuidaron hasta el último momento.