Baleares pide a la Guardia Civil y Policía Nacional que instalen carteles en catalán
El Parlamento autonómico aprueba la propuesta de los soberanistas de Més para imponer el catalán en todos los ámbitos
Los carteles informarían a los ciudadanos de su derecho a ser atendidos en las dos lenguas de las Islas
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Baleares quiere que la educación de 0 a 3 años sea pública y gratuita para hundir la privada e imponer el catalán
El partido soberanista Més per Menorca ha conseguido que el Parlament balear apruebe una iniciativa por la que se insta a la Delegación de Gobierno a situar en un lugar visible en todas las comisarías del Cuerpo Nacional de Policía y cuarteles de la Guardia Civil en Baleares carteles en catalán.
Serían, concretamente, paneles en los que se informa a los ciudadanos de su derecho a utilizar las dos lenguas oficiales de la comunidad autónoma, el catalán y castellano. Igualmente se les informa de su derecho a ser atendido en catalán y a realizar todas las gestiones en cualquiera de las dos lenguas.
En la misma iniciativa se insta a Aena y a la Autoridad Portuaria de Baleares a instalar, en todos los aeropuertos y puertos de las Islas, carteles para informar sobre este derecho.
Finalmente la propuesta de Més per Menorca pedía a la Conselleria de Salud que la señalización y los carteles de información general de carácter fijo y los documentos informativos para los usuarios del sistema de salud pública estén redactados, al menos, en catalán, pero este punto no ha contado con el apoyo del PSOE, algo que ha indignado a sus socios soberanistas de Més.
El pacto de izquierdas que gobierna en Baleares y que integran PSOE, Unidas Podemos y los soberanistas de Més impone la utilización del catalán en todos los ámbitos y, para ello, ha creado la Oficina de Derechos Lingüísticos, que se dedica a denunciar la no utilización del catalán en la empresa, los colegios, las Fuerzas de Seguridad del Estado o cualquier departamento de la Administración. Recientemente, denunció a una doctora por no haber atendido correctamente a una paciente que hablaba en catalán. La Conselleria de Salud dio la razón la doctora y dijo que había actuado correctamente, pero la presidenta del Govern, Francina Armengol, ordenó la apertura de un expediente y lo hizo para contentar a sus socios soberanistas de Més.