El alcalde socialista de Palma prepara una alud de obras electorales tras siete años sin hacer nada
El alcalde socialista de Palma, José Hila, prepara una alud de obras electorales tras siete años sin hacer nada que se ejecutarán en los próximos 10 meses, aunque algunas de ellas, caso de la reurbanización del Paseo Marítimo, que amenaza con poner en jaque la movilidad de la ciudad al reducir a la mitad el número de carriles, se prolongarán durante los próximos dos años.
Después de dos años de pandemia y confinamientos varios, sin turistas ni actividad económica, que el gobierno de coalición de socialistas, independentistas de Més y Podemos en el Ayuntamiento de Palma desaprovechó para realizar sus deberes pendientes en materia de obras y construcción de nuevas infraestructuras y equipamientos, y con las elecciones municipales a la vuelta de la esquina el próximo mes de mayo, el alcalde José Hila, pondrá Palma patas arriba.
La recta final de su mandato estará marcada por obras a diestro y siniestro de la ciudad, en un calendario de trabajos a destajo que ha arrancado ya en plena temporada turística en el céntrico Parc de la Mar, vallado y vetado este verano, y hasta diciembre, a turistas y residentes.
Unos trabajos de remodelación del pavimento que llevaban un año de retraso y que se han puesto en marcha en plena temporada turística.
Las siguientes dos obras que se sucederán hasta final de la legislatura son la renovación del pavimento de la Plaza de España con una duración prevista de 14 meses, y el rediseño del Paseo Marítimo para ampliar zona de viandantes y reducir la calzada, y que pondrá en jaque la movilidad de toda la población en la ciudad.
Unas obras éstas de consecuencias imprevisibles, ya que se ejecutarán sin que Ayuntamiento de Palma y Consell de Mallorca hayan solventado el segundo cinturón, ni mejorado la accesibilidad de la flota de vehículos pesados al Puerto de Palma.
Sin tener en cuenta estos hechos, el presidente de la Autoridad Portuaria, el socialista Francesc Antich, en colaboración con los independentistas de Més en especial, la edil de Modelo de Ciudad, Neus Truyol, y el concejal de Movilidad, el también socialista Francesc Dalmau, pondrá en marcha la reurbanización de este espacio sin conocer el alcance que puede tener para el futuro de la ciudad.
Un proyecto que iba a costar 20 millones y que se ha licitado por más del doble (43 millones) y que, entre otros detalles reducirán los tres y cuatro carriles por sentido a dos de ida y dos de vuelta en esta calzada, incrementándose los pasos de peatones de forma relevante, pasando de los doce actuales a los veintiséis, y que obligará a la EMT a reubicar las paradas de autobús correspondientes.
Un panorama preocupante por la falta de previsión y el desconocimiento de las consecuencias que puede tener para la movilidad de la capital balear. La última de las obras viarias previstas para el próximo mes de octubre es la reforma de la plaza del Mercat en pleno centro de Palma para su reurbanización tras su total peatonalización que se prolongarán durante cinco meses.
Estas son las previsiones aunque todo puede cambiar si las licitaciones no salen hacia adelante o se retrasan. Por cierto que las obras de Plaza de España obligarán a trasladar las tradicionales casetas de Navidad al interior del parque de Eusebio Estada en S’Estacions.