El alcalde socialista de Palma aprueba el plan que doblará las plazas de parking de pago y las tarifas
La junta de gobierno del Ayuntamiento de Palma que lidera el alcalde socialista José Hila ha aprobado este miércoles elevar al pleno la resolución de las alegaciones y el proyecto definitivo del Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS) para el periodo de 2022 a 2030, que, entre otras cuestiones, prevé duplicar hasta las 24.000 las plazas de estacionamiento de pago en superficie, doblando tarifas y precios actuales.
Así lo ha anunciado el teniente de alcalde socialista de Movilidad Sostenible, Francesc Dalmau, que ha destacado que este plan es «una declaración de intenciones que interpela a los dos próximos gobiernos municipales».
Todo un aviso a navegantes de que las medidas que contempla el documento aprobado se aplicarán a corto y medio plazo. Y es que el tripartito de socialistas, independentistas de Més y Podemos, en línea con su afán recaudatorio, ya advierte en este documento sobre la necesidad de que la tarifa de la zona ORA «deba parecerse a la de los aparcamientos públicos, al menos, en cuanto a un tiempo de dos horas o superior».
Dalmau ha remarcado que entre los objetivos de este plan está incrementar la red de viandantes (peatonalización de más calles), potenciar la red ciclista y de transporte público y reducir los desplazamientos en vehículo privado, en lo que califica como «una apuesta decidida para hacer una Palma sostenible».
En realidad, la intención del equipo de gobierno es convertir la escueta oferta del centro en plazas destinadas exclusivamente al residente, que también tendrían preferencia en los barrios del Ensanche, ya que se disminuirá la máxima duración de estacionamiento en estas plazas para la población que no sea vecina de la zona.
Este plan cuenta con el rechazo total de los comerciantes, que exigen antes de la puesta en marcha de más restricciones en el acceso a las calles comerciales de la ciudad, en favor de las grandes superficies comerciales del extrarradio con aparcamientos propios de gran extensión y accesibilidad, la construcción de grandes aparcamientos disuasorios, algo que Dalmau no contempla.
De hecho, en la capital balear hay un déficit de 16.000 plazas de aparcamientos, y en dos legislaturas que lleva en el poder el actual gobierno, no se ha construido ni un solo aparcamiento público subterráneo.
Otra de las iniciativas que se contemplan en el PMUS es la de «controlar el fraude de las tarjetas de residentes y el incumplimiento de la duración máxima de estacionamiento en la ORA».
Doce vehículos multacar
La ampliación de las plazas de estacionamiento de pago vendrá acompañada de la adquisición de doce vehículos multacar que se incorporarán a la flota municipal de la Sociedad Municipal de Aparcamientos y Proyectos (SMAP) que preside Dalmau y que irán provistos de cámaras para fotografiar a los vehículos estacionados y, en este caso, se prevé incorporar las primeras unidades en breve.
En total, se han presentado 69 alegaciones al PMUS, de las cuales se han asumido 30, menos por tanto, de la mitad. De acuerdo con Dalmau, prácticamente todas las entidades tienen asumidas parte de las alegaciones.
Las entidades que han presentado alegaciones son: Asociación de Vecinos de Son Gual, Asociación de Vecinos Bellver-El Terreno, Federación de Asociaciones de Vecinos de Palma, el Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, Unibail Rodamco, PP, Cs y Greenpeace.