Rechazo unánime en Aragón a las placas solares en embalses: «Son incompatibles con el paisaje natural»
PP, Vox, PSOE y el resto de partidos rechazan la instalación de placas solares en embalses
Sin embargo, el Gobierno de España acaba de aprobar un Real Decreto que regula su instalación
El temor de que los embalses se conviertan finalmente en piscinas para placas solares a discreción del Gobierno de Pedro Sánchez ha vuelto a resurgir en Aragón. Si la polémica parecía apaciguada, las alarmas han vuelto a saltar esta semana con el Real Decreto que Moncloa ha aprobado para la instalación de plantas fotovoltaicas flotantes en embalses por toda España. El rechazo en la comunidad aragonesa es rotundo, donde todos los grupos parlamentarios están de acuerdo en que no se deben instalar estas placas solares en los embalses, puesto que son incompatibles con el paisaje natural.
En concreto, en Aragón las placas solares amenazan a 14 embalses y con ello al paraje, su fauna, flora, y a la economía, que ha ido aflorando gracias al turismo sostenible y de aventura en algunos pueblos que han sabido aprovechar sus moradores.
Algunos incluso llegados de otras comunidades autónomas, como el caso de Víctor y su familia, unos madrileños de la Sierra de Gredos, que se asentaron hace cinco años en el pueblo turolense de Alcaine y fundaron su empresa, Natualcaine, centrada principalmente en el piragüismo que les permite el pantano del río Martín. Lo mismo sucede en Alcañiz y en otras poblaciones, como las que viven en torno a los embalses de Lanuza, El Grado, por poner otros ejemplos.
Precisamente, en Alcaine tanto esta familia como otros vecinos impulsaron una plataforma contra las placas solares, por medio de la cual presentaron alegaciones al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) cuando hace un par de años se propuso este proyecto para el embalse de Cueva Foradada. El Miteco tardó un año en darles respuesta, dejando abierta la posibilidad de retomar el proyecto.
Placas solares y embalses en Aragón
Si bien, la calma llegó a Alcaine como al resto de poblaciones en Aragón, al recibir el refrendo de los grupos políticos en el parlamento autonómico. Debemos retroceder a 2022, cuando el PP presentó una Proposición No de Ley rechazando la instalación de placas solares en los embalses de Aragón. En aquel momento, ya el cuatripartito de izquierdas liderado por el socialista Javier Lambán apoyó dicha iniciativa.
Un hecho que dos años después ha vuelto a poner de acuerdo a todo el arco parlamentario de forma unánime, incorporándose como uno de los puntos de las conclusiones del informe de la Comisión de Investigación de las Energías Renovables.
Dicho informe se aprobó hace justo dos semanas, y en él se expresa con rotundidad que «las Cortes de Aragón instan a que el Gobierno de Aragón no autorice la instalación de plantas fotovoltaicas en los embalses aragoneses hasta que se haya elaborado el Plan Energético Aragonés 2021-2030 y la Ordenación Territorial de Energías Renovables en nuestra comunidad autónoma; y a que, tanto el Plan Energético Aragonés 2021-2030 como en la Ordenación Territorial de Energías Renovables, no se autorice la instalación de plantas fotovoltaicas en los embalses aragoneses».
El PSOE en Aragón
Una postura que, en diez días, no ha cambiado en el PSOE de Aragón, como afirman fuentes del partido a OKDIARIO. Los socialistas consideran que cambiar de opinión «sería una incoherencia», teniendo en cuenta además que es una posición que se mantiene firme en la comunidad desde hace dos años, cuando se desató la polémica proveniente del Ministerio. En su día, el ex presidente aragonés Javier Lambán fue uno de los pocos que se opuso en el Consejo Nacional del Agua, «al entender que podría tener un impacto negativo ambiental, en las actividades turísticas y recreativas, y en las expectativas de regadío», explican.
Respecto al PSOE del Alto Aragón en aquel momento indicaron que en el año 2021 hubo un pronunciamiento oficial, planteando una regulación de las renovables, puesto que no era lo mismo «instalar placas en el futuro embalse de Almudévar, que se llena por bombeo y requiere energía eléctrica, o en San Salvador, que en Búbal o Lanuza».
Si bien, este miércoles ha habido un rifirrafe entre el PP y PSOE en la Diputación Provincial de Huesca, donde los populares han rechazado la aprobación del Consejo de Ministros a las fotovoltaicas en embalses de Huesca. Tampoco han llegado a un acuerdo con el PSOE del Alto Aragón, al no aceptarles una enmienda en la que pedían respetar «la opinión de los ayuntamientos y colectivos afectados», así como que se soliciten «informes técnicos», tal y como se aprobó en el anterior mandato de la Diputación gobernada por estos.
En cualquier caso, este jueves, el grupo popular en las Cortes presentará una iniciativa de rechazo a la instalación de placas flotantes en los embalses a fin de aclarar posturas en las Cortes nuevamente.
El atractivo turístico de los embalses
Desde la consejería de Medioambiente y Turismo del Gobierno de Aragón, expresan a OKDIARIO que mantienen lo que en aquella proposición defendió el PP, que la instalación de placas fotovoltaicas «no se autorice en los embalses aragoneses hasta que técnicamente se haya justificado que se han agotado todas las opciones de instalación de este tipo de energías en diferentes suelos de la geografía aragonesa».
«Muchos embalses en Aragón se han convertido en un atractivo turístico y, en consecuencia, son fundamentales para el desarrollo económico de sus zonas. Este atractivo no es compatible con la instalación de placas solares, más aún cuando existen otros lugares donde poder instalarlas», señalan.
De hecho, el presidente de Aragón, Jorge Azcón, indicó recientemente que Aragón «produce energía más que suficiente» y que tiene «un extenso territorio» para poner esas placas fotovoltaicas en emplazamientos diferentes a las infraestructuras hidráulicas», calificando la postura del Ministerio de «incomprensible». «Los embalses necesitan agua, no placas fotovoltaicas», recordando así las obras que están pendientes del Pacto del Agua desde hace 30 años.
La fauna y las placas solares
Como decíamos, el caso de Alcaine en Teruel refleja a la perfección la España vaciada que lucha por habitarse, por medio de nuevas formas de vida, al ser un paraje atractivo para el turismo sostenible y de aventuras. De sólo 48 habitantes en invierno, el pueblo pasa a más de 1.000 durante el verano. De hecho, lograron más de 1.500 firmas en su día para evitar la instalación de una planta fotovoltaica en este pantano, como recuerda el actual alcalde de Teruel Existe, Carlos Pardo.
«En el caso de nuestro pantano, Cueva Foradada nutre a 11 pueblos de agua de boca y de riego. Es una zona protegida de cepa, es decir, de aves. Por tanto, esto es ya un motivo suficiente para que ahí ni se pensara en hacer nada de este tipo», explica a OKDIARIO, y advierte que desde el pequeño consistorio llevarán a cabo «todas las actuaciones que la ley nos ampare para detener estos proyectos. No vamos a ceder».
Pero sin duda los verdaderos motivos que ponen los pelos de punta del riesgo medioambiental que supondría la instalación de estas placas solares en los embalses, son los expresados por la citada empresa Natualcaine. El director, Víctor, quien lleva toda su vida entregado a la naturaleza, alerta de los peligros que atañe ya no sólo para su propia actividad económica, sino para la fauna.
«En Aragón es difícil encontrar agua. El primer problema es que el porcentaje sobre el que se mide la cantidad de placas a poner en cada embalse se realiza con el 100% de agua. Hoy en día es una cuestión irreal, puesto que ahora, por ejemplo en Cueva Foradada, llega al 40%», explica.
Por otro lado, mientras el Ministerio celebra la refrigeración de las placas en el agua para hacerlas más eficientes, este especialista advierte que, de la misma manera, las placas (sujetas por una serie de tensores de acero), aumentan precisamente la temperatura del agua: «En este pantano hay nutrias y especies protegidas, porque además en la cola hay un tamarizal, donde hacen nidos garzas reales, somormujos, zampullines, avetorrillos, ¡sería un disparate!», añade, «precisamente justo ahí se instaló el Parque Cultural». «Además, estas placas generan una cantidad de masa biológica, se llenan de algas, y la vida en estos se vuelve muy difícil. Con el tiempo desaparecen los invertebrados, luego los peces y, a continuación, todos los animales que se alimentan de ellos», alerta.