Un inmigrante ilegal marroquí viola analmente a su pareja y le destroza la cara por hablar con un vecino
El agresor la violó analmente tras golpearla por hablar con un vecino y le partió una muela de un puñetazo
La víctima vivía aterrorizada: fue violada, arrastrada por el pelo y golpeada hasta dejarle secuelas

Un inmigrante ilegal marroquí violó a su pareja, le partió una muela de un puñetazo y le dio brutales palizas durante meses en Málaga como «castigo» por haber hablado un día con un vecino. Entre agosto y noviembre de 2022, la sometió a golpes, amenazas, agresiones sexuales por vía anal y un control absoluto. Ahora ha sido condenado a 9 años y medio de cárcel.
La sentencia de la Audiencia Provincial de Málaga detalla con frialdad cómo se desarrolló la violencia. La primera agresión tuvo lugar en agosto de 2022, cuando el inmigrante la vio hablando desde la ventana con un vecino. Nada más entrar en casa, la empujó, la tiró al suelo, le dio puñetazos en la cara, el pecho y la espalda, y acto seguido la violó analmente contra su voluntad. La víctima declaró que no podía moverse del dolor ni resistirse por los golpes que acababa de recibir.
En otra ocasión, el agresor le partió una muela de un puñetazo, le tiró del pelo y la arrastró por el suelo de la vivienda. En una tercera agresión, le apretó el cuello con las dos manos, la lanzó contra un sofá y la volvió a golpear por todo el cuerpo. En todos los episodios, la insultaba, la amenazaba y le recordaba que no podía hablar con nadie. La mujer vivía encerrada, atemorizada y completamente sometida.
La víctima sufrió contusiones múltiples, secuelas psicológicas y padece un trastorno por estrés postraumático. Los partes médicos recogieron lesiones en el cuello, brazos, mandíbula, espalda y dientes. Durante el juicio, se aportaron informes médicos y forenses que confirmaban los malos tratos físicos y el trauma.
La Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Málaga condena al marroquí a 9 años y 6 meses de prisión por un delito continuado de agresión sexual con violencia, maltrato habitual, lesiones y amenazas. Además, no podrá acercarse a la víctima en 18 años y deberá pagarle 15.000 euros de indemnización. La sentencia es firme.
El agresor se encontraba en España en situación irregular y negó los hechos en el juicio. Sin embargo, el tribunal consideró probado todo el relato de la víctima, respaldado por pruebas médicas y testificales. El maltrato no fue puntual: fue un infierno diario.