La Guardia Civil usará drones para controlar la valla de Melilla: más de 60 agentes heridos en 2021

Inmigrantes subsaharianos a las puertas de un CETI.
Inmigrantes subsaharianos a las puertas de un CETI.

La presión migratoria en el perímetro fronterizo de Mellilla ha dejado más de 60 guardias civiles heridos en lo que va de año. El coronel de la Guardia Civil de Melilla, Antonio Sierras Sánchez, ha destacado este martes que «los inmigrantes no dudan en utilizar tácticas militares en su avance hacia Melilla y una violencia inusitada contra las fuerzas de seguridad marroquíes y, posteriormente, contra nuestras fuerzas de seguridad».

Así, en su discurso por la Patronal del Instituto Armado, Sierras ha agradecido la «colaboración y lealtad» de las fuerzas de seguridad del país vecino en la lucha contra la inmigración ilegal, subrayando que entre los agentes marroquíes «han tenido muertos y heridos de extrema gravedad» en sus labores de control al otro lado de la valla, aunque no ha especificado el número de bajas.

«Sólo puedo agradecer el esfuerzo, lealtad y gran cumplimiento de su deber que Gendarmería Real, Ejército y Policía de Marruecos muestran día a día» ha recalcado el máximo responsable de la Guardia Civil en la ciudad autónoma.

Además, el coronel ha anunciado la próxima utilización de drones para el control de la frontera con Marruecos y cambios en sus puestos terrestres cuando se reabra tras 18 meses de cierre por la crisis del Covid-19.

Sierras ha querido destacar igualmente «el ejemplo que para todos nosotros dio la totalidad de la plantilla de la Comandancia de Melilla cuando, a finales del mes de mayo, miles de habitantes de las poblaciones limítrofes con Melilla y otros tantos provenientes de otras zonas de Marruecos intentaban entrar». «A los guardias civiles que habitualmente arriesgan su integridad física -ha añadido el coronel-, se unió de manera completamente voluntaria el personal que se encontraba de vacaciones, que prestaba servicio en planas mayores o salientes de servicio, lo que evitó que se produjeran entradas masivas como así había sucedido en Ceuta en días anteriores» con el acceso de más de 10.000 marroquíes en el mes de mayo.

Drones y contrabando

Sierras ha anunciado la próxima instalación de nuevas cámaras de largo alcance y espera que en los próximos meses «pueda iniciarse el proceso para el uso de un nuevo elemento de vigilancia como es el realizado a través de drones», con el fin de reducir los riesgos que los guardias civiles asumen en este tipo de intervenciones.

En su discurso, el coronel ha subrayado que durante este tiempo «se ha podido percibir un cambio gradual en la fisonomía de nuestro perímetro fronterizo con la sustitución de las concertinas, que apenas servía como obstáculo y, sin embargo, causaba importantes heridas a los migrantes». En este sentido, ha detallado que «hasta el momento se ha instalado una nueva fibra óptica a lo largo del perímetro», se ha realizado en una gran parte del vallado la colocación del llamado «peine invertido» además del cambio total en algunos tramos de éste y se han sustituido e instalado «nuevas cámaras de seguridad».

Por lo que respecta a los puestos terrestres, cerrados desde marzo de 2020 por la crisis del coronavirus, ha avanzado que cuando se reabran -aún no hay fecha para ello-, la Guardia Civil «tendrá nuevas instalaciones en las que será reemplazado el sistema de escáneres, videovigilancia y reconocimiento facial, así como los detectores de latidos del corazón, identificación automática de matrículas y contará con mejoras en las zonas de aparcamiento e inspección en materia de reconocimientos aduaneros y fiscales y fitosanitarios».

En este sentido, ha admitido que en su reapertura reconoce se verá «una frontera que seguramente no será igual, como tampoco lo será la vida de la Ciudad de Melilla tras su apertura, ya que la sanidad, la educación o el siempre necesario control del trabajo ilegal están directamente ligados a la frontera y a las condiciones de paso».

El coronel de la Guardia Civil ha manifestado que «Marruecos ha manifestado su firmeza para acabar con el contrabando en sus múltiples modalidades, lo que aventura un cambio radical en la imagen que de frontera colapsada presentaban nuestros pasos antes de la pandemia y que generaba grandes molestias a quienes deseaban entrar o salir a comprar, consumir en nuestros restaurantes o, simplemente hacer turismo o visitar a sus familiares».

Por todo ello, Antonio Sierras ha declarado que «esperamos que con estos cambios en la infraestructura y con unas nuevas condiciones para el paso fronterizo podamos tener una frontera más segura y fluida».

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