Denuncian a la Comisión Islámica de Melilla por pedir 6.000 € a un imán marroquí a cambio de papeles
La CIM dio de alta al imán en la Seguridad Social para que su esposa pudiera optar a la tarjeta de residencia
La Comunidad Musulmana de Melilla ve "graves irregularidades" en su gestión de las subvenciones públicas
La Comisión Islámica de Melilla (CIM) exigió 6.000 euros al imán marroquí de una mezquita de la ciudad para darle de alta en la Seguridad Social y facilitar la obtención de una tarjeta de residencia para su esposa, según ha denunciado ante la Fiscalía la asociación Comunidad Musulmana de Melilla, que señala «graves irregularidades» en la gestión de las subvenciones públicas que la CIM recibe de distintos organismos.
La denuncia, a la que ha tenido acceso OKDIARIO Andalucía, sostiene que el imán de la mezquita Zawiya Al-Alawiya del barrio del Cerro de Palma Santa, de predicación sufí, contactó con el presidente de la Comunidad Musulmana de Melilla, Mohamed Ahmed Moh, para trasladarle que había mantenido «conversaciones con dos miembros allegados» de la CIM y que le propusieron darle de alta en la Seguridad Social para cumplir así algunos de los requisitos exigidos (vivienda y contrato de trabajo) para la reagrupación familiar de su esposa, residente en Marruecos. A cambio debía abonar 6.000 euros.
El 12 de noviembre, el presidente de la Comunidad Musulmana de Melilla y el imán, que responde a las iniciales A. M., se citaron en una cafetería cercana al puerto, donde este último le compartió los detalles del acuerdo. Cuando fue dado de alta se le exigió un primer pago de 2.000 euros: 1.000 euros en efectivo a Farid Amar Abel-lah, actual representante de la Comisión Islámica de Melilla, y otros 1.000 euros al imán de la mezquita de Los Pinares, identificado como Abdelhafid, en dos pagos realizados por orden de Farid Amar Abdel-lah.
Posteriormente, un segundo miembro de la CIM, Abdelkarim Allal Aisa, exigió al imán preparar otros 4.000 euros alegando que él había adelantado esa cantidad de su propio bolsillo, momento en que el jefe religioso decidió plantarse y reunirse con el presidente de la Comunidad Musulmana de Melilla.
En conversación con este periódico, Mohamed Ahmed Moh ha manifestado que el imán «ha sido víctima de un engaño». El religioso firmó en octubre de 2023 con un contrato como conserje con un objetivo simple: una vez obtuviera las seis primeras nóminas, podría justificar la reagrupación familiar ante la Oficina de Extranjería. No llegó a cobrar ninguna de esas mensualidades, pero no era el trato. El imán sólo necesitaba un contrato laboral. Contratos que, por otra parte, han sido financiados con cargo a las subvenciones del Gobierno de Melilla.
«Se ha descubierto el escándalo y tienen un problema para el ejercicio 2024. No lo van a poder presentar. Las nóminas están firmadas por ambas partes, pero las van a tener que destruir», asegura Mohamed Ahmed Moh a OKDIARIO Andalucía. Además, el representante de la CIM se ha negado a entregar las cuentas a esta asociación, lo que «agrava las sospechas».
Pero no es el único caso. La denuncia recoge también un segundo imán de Melilla, A. S., que habría utilizado idéntico método para que su esposa obtuviera una tarjeta de residencia con un empleo simulado en la CIM. Una vez logró la documentación, se le dio de baja en la Seguridad Social. Cuestionado por este asunto, el imán ha querido dejar claro que pagó la Seguridad Social de su bolsillo y que nada tiene que ver con la CIM ni con Farid Amar Abdel-lah. La asociación musulmana asegura que el jefe religioso ha recibido «presiones» y «amenazas» y, ante el temor de que le retiren la tarjeta de residencia a su esposa, ha optado por «negar todo lo relacionado con el caso».
El imán admite que no cobró
La Comunidad Musulmana de Melilla expone en la denuncia presentada ante la Fiscalía que los hechos «evidencian irregularidades graves en la gestión de las subvenciones públicas» que el Gobierno de Melilla otorga a la CIM (más de un millón de euros entre 2019 y 2023, bien mediante ayudas directas o bien con fondos destinados a financiar las mezquitas y el cementerio musulmán de la ciudad).
Antes de presentar la denuncia, el presidente de la asociación musulmana se dirigió por carta a Farid Amar Abdel-lah para que explicase por qué la CIM estaba desviando fondos al pago de la Seguridad Social de determinados imanes con el objetivo de facilitar la obtención de tarjetas de residencia para sus familiares.
El representante de la CIM respondió con otra carta, firmada por él mismo y por el imán A. M., en la que se desmiente que ambos alcanzaran ningún acuerdo y se afirma que el presidente de la Comunidad Musulmana de Melilla interpretó erróneamente lo que el imán le dijo en la reunión que mantuvieron en la cafetería. En la carta sí que se reconoce que A. M. no cobró ninguna de las nóminas, pero se alega que la CIM no tenía dinero porque aún no se habían liberado las subvenciones aprobadas por la Consejería de Cultura. La denuncia recalca que el imán firmó esa carta porque «desconocía su contenido» debido a su «limitado dominio del castellano».
El presidente de la asociación, que estuvo integrada en la CIM hasta el 17 de octubre, fecha en que causó «baja voluntaria», apunta a este periódico que ha mandado un escrito al interventor y a todos los partidos políticos con representación en la Asamblea de Melilla para que tengan conocimiento de las presuntas irregularidades de la CIM en la gestión de subvenciones. «Todos están enterados. Si quieren trabajar, descubrirán los fallos», zanja Mohamed Ahmed Moh.
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