Declarado culpable el dominicano que violó y mató a una niña de 14 años en Jaén: piden prisión permanente
El jurado popular lo ha declarado por unanimidad culpable de asesinato y agresión sexual
El jurado ha declarado por unanimidad culpable de asesinato y de agresión sexual a Nazzaryn N. N., el joven de 25 años que en febrero de 2022 mató y violó a Khawla, una niña de 14 años cuyo cuerpo fue hallado en las ruinas de la Iglesia de Santo Domingo, en Alcalá la Real (Jaén). El jurado ha estimado el atenuante de confesión para ambos delitos, tal y como había solicitado su defensa, ya que fue el propio acusado el que llamó al 112 para comunicar los hechos.
El acusado se enfrenta a la petición de prisión permanente revisable que solicitan para él tanto la Fiscalía -por primera vez en Jaén- como la acusación particular, además de 15 años de cárcel por agresión sexual y una indemnización de 480.000 euros para la familia de la menor.
El jurado, conformado por cinco hombres y cuatro mujeres, ha necesitado cerca de tres horas para declarar culpable al acusado, rechazando así la tesis de la defensa que pedía una condena de cuatro años por homicidio imprudente y cinco meses por profanación de cadáver.
El encartado ha sostenido en el juicio que se ha celebrado en la Audiencia de Jaén que la muerte de la niña fue fruto de practicar de forma «consentida» el juego de la asfixia y que la violación se produjo cuando la menor ya estaba muerta, pero el juzgado ha rechazado ambos extremos y ha respaldado los argumentos del Ministerio Fiscal.
«No es posible matar a una persona por asfixia sin querer y sin darse cuenta, por mucho que quiera el acusado», ha recalcado la Fiscalía. Los forenses indicaron que la niña perdió el conocimiento a los 30 segundos de que el joven ejerciera presión sobre su cuello, pero su muerte «agónica» tardó entre cuatro y cinco minutos en llegar.
El jurado ha determinado además que fue un asesinato alevoso puesto que «la menor no tuvo ninguna posibilidad de defenderse» y el acusado anuló completamente cualquier posibilidad de defensa.
Los forenses encargados de la autopsia de Khawla, cuyo cadáver fue repatriado a Marruecos, país de origen de sus progenitores, confirmaron que la menor murió estrangulada y fue violada antes de fallecer. Los exámenes al acusado, nacido en República Dominicana, determinaron que se trata de una persona que padece un «trastorno antisocial de la personalidad», lo que lo define como un «psicópata».
La forense encargada de hacer la primera valoración del joven dijo que encontró al acusado en el calabozo, «dormido plácidamente y tranquilo». También ha recordado que a la llegada de los agentes, se limitó a contestar con un escueto «sin comentarios» cuando éstos le pedían colaboración. «Hagan ustedes su trabajo», se remitía a decir a los guardias civiles que le preguntaron por la ubicación del cadáver.
Antes de su llamada al 112, habló con dos amigos para comunicarles que había «violado a una niña» y que con su muerte había «una mujer traumatizada menos en el mundo». También les envió fotografías del cadáver de la menor. «Yo no valgo para existir en este mundo, no estoy hecho para vivir en sociedad», les trasladó.
Los hechos
Finalmente, el tribunal popular ha asumido como suyo el planteamiento del Ministerio Fiscal, que sostenía que sobre las 20:13 horas del 15 de febrero de 2022, el acusado, que sólo conocía a la menor de haber coincidido con ella en dos ocasiones, una de ellas esa misma tarde, acudió a las ruinas de Santo Domingo, en las inmediaciones de la Fortaleza de la Mota, con «la excusa de mostrarle las vistas que desde ese lugar» hay de Alcalá la Real.
Una vez allí subieron hasta una oquedad existente en el muro lateral de dicha iglesia, a más de dos metros de altura, para lo que tuvieron que utilizar una escalera de madera que se encontraba allí apoyada. Fue entonces cuando el acusado, tal y como ha recogido el jurado, intentó «extralimitarse dándole un beso a la menor», a lo que ésta se negó.
La niña acabó violada y asesinada por estrangulamiento en lo que las forenses han calificado como una muerte «agónica». Cuando la menor ya estaba muerta, tomó fotos de su cadáver y las remitió a un amigo. Seguidamente, sobre las 21:36 horas, llamó al 112 para decir que había matado a «una chica» y comunicar desde dónde llamaba. El acusado fue localizado en el recinto de la Fortaleza de la Mota, pero en ningún momento colaboró con los agentes para indicar dónde estaba el cuerpo de Khawla, que tras varias batidas nocturnas fue localizado gracias a las cámaras de seguridad instaladas en la zona.
«Se ha hecho justicia»
La madre de la menor, Hakima Zeroil, que ha seguido el juicio durante toda la semana, ha señalado que «se ha hecho justicia». «Al menos mi niña va a dormir en el cielo y el dolor se va a quedar siempre conmigo, pero mi niña hoy va a dormir muy tranquila», ha declarado a los medios.
Por su parte, el abogado de la acusación particular ha dado las gracias a la labor desarrollada por la Guardia Civil y también a los forenses para cerrar un caso en el que se ha conseguido «el veredicto esperado».
El abogado de la defensa ha lanzado una alegato en favor del papel del turno de oficio y ha mostrado su respeto por el veredicto, anunciando que una vez se dicte sentencia se estudiará la posibilidad de recurso de apelación ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía.