La clave del apabullante triunfo de Moreno: 300.000 votantes ‘robados’ al PSOE y hasta 150.000 a Vox
Juanma Moreno ha firmado una victoria indiscutible en las elecciones celebradas este domingo en Andalucía. Sus 58 escaños -32 más que en 2018- son una auténtica revolución política, el mejor resultado histórico en esta comunidad de un Partido Popular que hasta ahora tenía como referencia los 50 diputados de Javier Arenas, en 2012. Las claves de este apabullante triunfo hay que buscarlas en el voto robado al PSOE y también a Vox, a los que hay que sumar, evidentemente, los votantes que ha perdido Ciudadanos. Buena parte de ellos han ido a parar a Moreno.
El presidente de la Junta ha hecho realidad su estrategia de ensanchar la base electoral del PP, captando voto a izquierda y derecha. El mismo modelo que propugna Alberto Núñez Feijóo. Hasta 300.000 votantes -socialistas desencantados y otros que hasta el último minuto se han debatido entre el PSOE y el PP- se han decantado por el popular. Un resultado imbatible que confirma los peores pronósticos para Pedro Sánchez y apuntala el cambio de ciclo. En esa decisión han influido dos factores: de un lado, la estrategia del «voto útil» por la que se han decantado algunos electores socialistas para frenar a Vox. De otro, y principalmente, el rechazo a la gestión de la crisis económica por parte del presidente del Gobierno y sus pactos con proetarras e independentistas. Con 30 escaños, el candidato, Juan Espadas, firma el peor resultado histórico del PSOE. Una debacle sin paliativos que tiene una repercusión inmediata para Sánchez -se volcó en la campaña- y de la que Ferraz trata ahora de desvincularse, sin éxito.
Voto útil
Vox, por su parte, tampoco ha visto cumplidas sus expectativas. Sus 14 diputados le saben a poco al partido de Santiago Abascal, que apostó de forma decidida por Macarena Olona como candidata pese a descabezar su grupo en el Congreso. Moreno ha sabido atraer al votante indeciso que, en los últimos días de campaña, se debatía entre ambas papeletas. En ello ha influido una desacertada estrategia de campaña de Vox, incapaz de aprovechar el hueco más a la derecha que dejaba el candidato del PP al decantarse abiertamente por el centro. Se estima que el partido ha podido perder hasta 150.000 votantes en beneficio de Moreno. Un resultado del todo imprevisible en los primeros días de campaña, que los de Abascal arrancaron con amplias expectativas.
En definitiva, puede decirse que a Moreno le ha funcionado la estrategia del voto útil: ha sabido captar a quienes dudaban entre el PSOE y el PP, pero también entre Vox y el PP. Por otra parte, Ciudadanos ha perdido 540.860 votantes, y gran parte también se han ido con el presidente de la Junta.
El dirigente popular ha seducido por su perfil moderado y su satisfactoria gestión en estos tres años y medio de mandato. En solo una legislatura, ha colocado a la comunidad autónoma en los primeros puestos de la creación de empleo y la recuperación económica. Los andaluces han valorado también que haya puesto fin a la asfixia fiscal del socialismo.
Indecisos
Los últimos días de campaña han resultado decisivos. La movilización ha sido menor de la esperada -una participación del 57,90%, apenas un punto más que en 2018- y los indecisos, determinantes. Hasta medio millón de andaluces no han decantado su voto hasta el final.
Queda la duda de a quién podría haber beneficiado una mayor movilización. La alta concurrencia en las playas, provocada por la ola de calor que estos días azota Andalucía, ha alimentado la desmovilización. Algunos, demasiado confiados, no han llegado a tiempo a votar debido a los atascos de última hora.