Andalucía registró 653 suicidios en 2018, 77% hombres: sigue siendo la causa principal de muerte externa

"Nadie quiere morir y muchos menos matarse, sino que quiere dejar de sufrir", señalan los expertos

Suicidio.
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David García de Lomana

Andalucía registró en 2018 653 suicidios, de los que un 77% fueron varones (505) y un 23% mujeres (148). Aunque supone un descenso del 5,64% respecto al año anterior (692), sigue siendo la principal causa de muerte externa por delante de ahogamientos, sumersiones y sofocaciones accidentales (446), caídas accidentales (402), accidentes de tráfico (265), homicidios (53) o víctimas de la violencia de género (12 mujeres y un menor).

Por edades, el mayor número de suicidios en ambos sexos se produce entre los 40 y los 59 años, franja de edad que acumula el 44% de estos sucesos (288); no obstante, el riesgo de suicidio aumenta con la edad, sobre todo en varones.

Los expertos advierten de que por cada suicidio culminado «hay 20 intentos», según detalla el delegado del Teléfono de la Esperanza en Sevilla, Ángel Pérez, a Europa Press. A pesar de ser la primera causa de muerte externa tanto en nuestro país como en Andalucía, señala, España tiene «de los datos más bajos del entorno europeo».

«¿Quién no conoce a alguien que en su entorno se ha suicidado?», ahonda Pérez, que calcula que por cada uno que se produce hay más de 100 afectados, motivo que suma a los ya citados para reclamar un plan nacional para abordar este problema.

«No quieren morir, sino dejar de sufrir»

La Fundación Española para la Prevención del Suicidio aborda en su Observatorio del Suicidio tres mitos y varias estrategias para encarar este problema. En primer lugar, subraya que no es verdad que quien se suicida quiere morir, pues «nadie quiere morir y muchos menos matarse, sino que quiere dejar de sufrir». «Nadie que es feliz se suicida. Hay que paliar ese sufrimiento», incide.

En segundo y tercer lugar, desmiente que hablar del suicidio incite a hacerlo, pues abordado de manera adecuada se facilita la superación de las ideas suicidas, como también rechaza la idea de que ‘quien lo hace no lo dice y quien lo dice no lo hace’, pues muchos suicidios están precedidos por señales de alerta que «nunca deben subestimarse» y «ningún intento debe valorarse como llamada de atención sino como petición de ayuda».

Sobre las estrategias para evitarlo, la fundación ahonda en que el suicidio se puede prevenir, como los accidentes de tráfico o los homicidios, «sólo hacen falta políticas y programas de prevención» por parte de los gobiernos. En este sentido, hay que incidir en la población adolescente y anciana; proporcionar pautas prácticas de actuación a educadores, familiares cuidadores y profesionales sanitarios; difundir información veraz, científica, «disminuyendo el oscurantismo y el estigma asociados históricamente» al suicidio; y que «hablar de él como problema de salud pública ayuda a prevenirlo».

Prevención del suicidio en Málaga

La delegada del Gobierno andaluz en Málaga, Patricia Navarro, ha presidido este miércoles en la sede de la Junta de Andalucía la constitución de una mesa de trabajo para la prevención de los suicidios en la provincia, compuesta por representantes de administraciones públicas y asociaciones.

El objetivo prioritario es analizar la situación y la información disponible sobre los intentos de autólisis y suicidios consumados en la provincia malagueña, para poder prevenirlos y evitarlos, han informado desde el Gobierno andaluz a través de un comunicado.

Para ello, además, es preciso estudiar la efectividad de las medidas preventivas actuales, no sólo desde un punto de vista sanitario, ya que «no hay salud sin salud mental», tal y como se ha coincidido en señalar durante este foro, precisamente en la jornada que conmemora el Día Mundial de la Salud.

El trabajo de instituciones y entidades consiste en abordar «las causas del incremento detectado, tanto en intentos de suicidios como en aquellos consumados en el último año en la provincia, y aportar soluciones.

«Se trata de extraer conclusiones en aras a mejorar la atención a las personas que pueden ser potenciales suicidas y mejorar también la prevención en este tipo de casos», ha explicado la delegada del Gobierno andaluz.

El suicidio es una práctica generalizada en todas las sociedades, siendo un fenómeno complejo y multicausal que precisa ser abordado desde diversos puntos de vista dada la repercusión en el entorno familiar y social más próximo de la víctima.

Con esta mesa de trabajo se inicia un proceso de análisis y recopilación de datos «que ayude a superar el tabú del suicidio», para abordarlo como un problema social y dar visibilidad al trabajo conjunto y coordinado en la búsqueda de soluciones y apoyo a las personas que lo precisen.

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