Andalucía, harta del PSOE: un pueblo de Sevilla tirotea y quema a un Judas que representa a Koldo
Se trata de una tradición de Coripe, que cada Domingo de Resurrección abate a tiros y prende fuego a un Judas
El pueblo sevillano de Coripe ha tiroteado y quemado este Domingo de Resurrección a su habitual Judas, una tradición que este año ha tenido una peculiaridad: el Judas estaba representado como Koldo García, el que fuera asesor del ex ministro José Luis Ábalos y que da nombre al caso Koldo, por el que se investiga el enésimo entramado socialista de corrupción.
La tradición en Coripe es la de vestir al Judas representando a alguna persona que bajo el criterio de los vecinos haya tenido un comportamiento reprobable. Y en esta ocasión no han tenido dudas y han hecho al muñeco calvo, vestido de traje y del que sobresalen tanto billetes como mascarillas, en representación de la trama protagonizada por el que fuera asesor de Ábalos.
El alcalde del municipio, José Godino, ha confirmado que este año Judas era Koldo, ya que «se ha enriquecido a costa del sufrimiento de las personas en la pandemia». Así, una vez colgado el falso Koldo de un árbol lo han abatido a tiros y después le han prendido fuego.
El muñeco lo han hecho las madres de los alumnos de segundo de la ESO del CEIP Iripo de la localidad, como ha explicado a EFE una de ellas, Trinidad Atienza, que ha concretado que entre ellas se sortea cuáles son las dos que se encargarán de la elaboración del muñeco, y se guarda el secreto tanto de la identidad del Judas como de cuáles son las madres designadas.
Novedades del Caso Koldo
Koldo García Izaguirre; su mujer, Patricia Uriz; y su hermano, Joseba García, los tres detenidos en el marco del caso mascarillas, han perdido o perderán su empleo actual a lo largo de estos días. En el caso de Koldo y su mujer, ambos trabajaban ahora en una empresa privada. Joseba ocupaba un puesto en Emfesa, una empresa pública que depende del Ministerio de Transportes.
Koldo García tenía hasta ahora dos empleadores: una empresa que creó con su esposa nada más salir del Gobierno, que se dedicaba a la consultoría, y otra de seguridad. Esta última le despidió tres días después de su detención. En el caso de la empresa que creó con Patricia Uriz, la decisión de Ecuador de romper el contrato que tenía con ellos tras lo sucedido les ha hecho liquidar la sociedad, por lo que su contrato también se ha extinguido.