Koldo, su mujer y su hermano se quedan sin empleo y el ayudante de Ábalos culpa a la «cacería mediática»

Koldo García Izaguirre; su mujer, Patricia Uriz; y su hermano, Joseba García, los tres detenidos en el marco del caso mascarillas, han perdido o perderán su empleo actual a lo largo de estos días. En el caso de Koldo y su mujer, ambos trabajaban ahora en una empresa privada. Joseba ocupaba un puesto en Emfesa, una empresa pública que depende del Ministerio de Transportes.

Koldo García tenía hasta ahora dos empleadores: una empresa que creó con su esposa nada más salir del Gobierno, que se dedicaba a la consultoría, y otra de seguridad. Esta última le despidió tres días después de su detención. En el caso de la empresa que creó con Patricia Uriz, la decisión de Ecuador de romper el contrato que tenía con ellos tras lo sucedido les ha hecho liquidar la sociedad, por lo que su contrato también se ha extinguido.

Uriz, además de ser la gerente de esa empresa que compartía con Koldo, también estaba en nómina en Áridos Anfersa. Se trata de una empresa minera a la que ayudó en su proyecto de expansión a buscar terrenos en la zona de la costa valenciana para explotar. Ahora trabajaba allí como administrativa. Anteriormente, ocupó un puesto de secretaria en el Ministerio de Transportes.

La «cacería mediática» del caso, «con prensa en la puerta de la sede de la empresa», según fuentes cercanas a la familia, le han llevado a acordar su salida con la empresa. Según esas mismas fuentes a dicha empresa, se les han retrocedido operaciones financieras ya encauzadas e, incluso, con presiones a empresas privadas para restringir contratos en vigor.

Joseba García, el único de los tres que seguía trabajando en el Ministerio de Transportes, en concreto en la empresa pública Emfesa, cesará en sus funciones el próximo 4 de abril. Su detención en el marco de la Operación Delorme se produjo mientras se encontraba en plena jornada de trabajo en Vitoria, donde realizaba labores de desbroce. El hermano de Koldo trasladó hace unos días a la dirección de Emfesa que «no quiero perjudicaros más», por lo que pidió su baja voluntaria ante el daño que su detención había provocado a la empresa.

«No está condenado»

El adiós del hermano de Koldo sorprende en su entorno familiar, ya que recuerdan las palabras de Óscar Puente cuando fue preguntado por el caso de Joseba. Según dijo el titular de Transportes, «no ha sido condenado» y es un trabajador de una empresa, no un cargo político. «Lo anormal es que no habiendo causa de despido, lo despidiéramos», afirmó en su defensa.

El titular de Transportes aseguró que había solicitado un informe en cuanto se enteró de que existía el caso Koldo. El político vallisoletano etiquetó el resultado de ese escrito como «categórico» en que «no hay causa de despido» porque Joseba está en situación de investigado, no condenado.

La defensa de Puente del hermano de Koldo llegó al extremo de decir que no entendía cómo «en una democracia con cuarenta y cuatro años de vigor» y con un Estatuto de los Trabajadores «súper contrastado y con miles de sentencias sobre este tema», pueda haber aún «algún tipo de controversia en torno a esto».

En aquel informe solicitó conocer cómo podía actuar respecto al hermano de Koldo García. La situación laboral de Joseba, que estaba contratado hasta ahora por Emfesa, una sociedad mercantil estatal dependiente de Transportes, impide su despido, de acuerdo con ese escrito, en tanto que no haya sido condenado.

«Joseba, receptor de cuentas»

En la querella de la Fiscalía Anticorrupción, al hermano de Koldo se le señala por ser supuestamente una de las personas utilizadas para ocultar su titularidad real sobre algunos inmuebles. «Se han detectado una serie de traspasos desde las cuentas de Joseba García Izaguirre a las cuentas de Koldo García Izaguirre, su mujer y su hija, por al menos 97.404 euros, realizados la mayor parte de ellos entre 2020 y 2022», afirma la Fiscalía.

«Joseba García había sido receptor en sus cuentas de fondos en efectivo, que en el año 2020 alcanzaron los 130.652,38 euros, en el año 2021 84.907,61 euros y en el año 2022, 52.215 euros». Por otro lado, en la querella se afirma que «Joseba y su exmujer habrían ingresado un total de 1.574.086,31 euros entre los años 2017 y 2022, siendo el concepto por el que más fondos han ingresado las transferencias, seguido de ingresos por nóminas y pensiones, constitución de préstamos y créditos e ingresos en efectivo, entre otros».