El testaferro de Rato logró una ayuda de 400.000 euros de Economía cuando debía 3,3 millones a Hacienda

Rodrigo Rato-Alberto Portuondo
Rodrigo Rato en una imagen de abril del pasado año (Foto: Getty).

El entramado empresarial oculto tejido por Rodrigo Rato no sólo dio sablazos a Bankia durante su etapa de presidente. En paralelo, una de sus empresas tapadera logró una subvención de 400.000 euros del Ministerio de Economía en 2009, departamento entonces bajo control socialista pero que él había gestionado durante dos legislaturas.

La ayuda la consiguió la sociedad Control y Servicios Profesionales (Cosepro) que comandaba Alberto Portuondo, uno de los principales testaferros del ex vicepresidente del Gobierno. Esta financiación pública a la empresa de la trama de Rato sirvió, según personas conocedoras de la operación, para costear parte de una campaña para mejorar la reputación de Bankia en internet durante su mandato, labor por la que el testaferro, a través de su empresa Lateral Mente, facturó 1,5 millones a la entidad bancaria.

Según la investigación judicial, buena parte de esos contratos millonarios autoadjudicados por Rato a sus empresas, acabaron en sus bolsillos merced al pago de comisiones que le brindaban sus testaferros.

El contrato para mejorar la reputación de Bankia en la red durante el mandato de Rato fue uno de ellos. Lateral Mente, la firma de Portuondo, cobró 1,5 millones por mejorar la imagen de Bankia durante tres años. Pero la empresa subcontratada para realizar el trabajo apenas cobró unos 380.000 euros. Esto provocó que el beneficio para la trama del ex vicepresidente del Gobierno fuese de más de un millón.

Pero el beneficio fue incluso mayor según personas participantes en esta operación, ya que el coste del citado contrato se pagó, en realidad, con dinero público, ya que una empresa de Portuondo, Cosepro, recibió una subvención pública por prácticamente la misma cantidad que costó la campaña. Economía, con su oportuna ayuda de 400.000 euros, pagó el coste real de la mejora de imagen en las redes de la salida a Bolsa de Bankia. El resto, los 1,5 millones facturados al banco, salieron gratis.

Lo más grave de esta forma de proceder es que la salida a Bolsa de Bankia se publicitó con dinero publico, y cuando se convirtió en un colosal agujero económico, se tapó también con más de 20.000 millones de euros de fondos del Estado.

Lo insólito del caso es que la ayuda de Economía llegó a la empresa de Portuondo cuando la sociedad debía 3,3 millones de euros a Hacienda. Cosepro, además, logró contratos de importantes empresas privadas gracias al paraguas de Rato.

La empresa era 100% de Portuondo, entre acciones directas e indirectas. Uno de sus accionistas era Marketing Imaginativo, propiedad de Albisa. Esta sociedad pagó al menos un millón de euros a Kradonara, propiedad de Rato, procedentes de los dos millones que cobró como mordidas por campañas publicitarias de Bankia.

 

 

 

 

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