7 ciudades que harán que te enamores de la primavera

La primavera es una estación ideal para viajar. Después de haber pasado un invierno resguardados del frío, el buen tiempo hace que nos apetezca más salir de casa. Y nada mejor que aprovechar las vacaciones de Semana Santa o simplemente un fin de semana para montarse una escapada. ¿A qué ciudad te gustaría ir esta primavera?

El blog de Viajes de OK Diario en colaboración con Skyscanner te hemos preparado una selección con las 7 ciudades de Europa que deberías visitar para enamorarte de la primavera. Lugares que están más bonitos en esta época que en ninguna otra y que bien merecen que los veas con tus propios ojos. Así que ve preparando tu maleta. ¡La primavera te está esperando!

Ámsterdam (Holanda)

Cuando el calorcito empieza a apretar los holandeses salen de sus casas y empiezan a poblar las decenas de parques de Ámsterdam, que ahora lucen más bonitos que nunca. Así, además de visitar los principales atractivos de la ciudad, no dudes en actuar como un local más y hacer un picnic en sitios como Amsterpark o Vondelpark. Además, esta primavera podrás ver con tus propios ojos miles de tulipanes a lo largo de Ámsterdam, pues se vuelve a celebrar el llamado Festival del Tulipán. Por si no has tenido suficiente, la mayor exposición de tulipanes se encuentra a 36 kilómetros de la ciudad. En Keukenhof florecen más de 7 millones de bulbos que se distribuyen a lo largo de nueve jardines temáticos.

Innsbruck (Austria)

La capital del Tirol, rodeada por los Alpes, deja de lucir blanca para dar paso al verde característico de su primavera. Aprovecha para conocer sus lugares más emblemáticos como el Palacio de Ambras, el Tejado Dorado del edificio Goldenes Dacherl o Hofkirche, una impresionante iglesia gótica. Pero lo que realmente justifica que Innsbruck sea una de las ciudades de Europa que visitar en primavera es que lugares como el Jardín Botánico de la Universidad de Innsbruck, el Hofgarten y, sobre todo, las montañas que rodean la ciudad se vuelven multicolor.

Córdoba (España)

Es muy probable que Córdoba sea la ciudad que más se engalana en primavera, pues sus habitantes vienen preparándola durante un largo tiempo. Ya durante el mes de abril serás capaz de oler el olor a azahar de sus cientos de naranjos y la dulce mezcla de aromas y colores comienza a lucir en todo su esplendor en el mes de mayo. A lo largo de este mes serás capaz de disfrutar como un cordobés más de sus fiestas. Éstas empiezan con las Cruces de Mayo, cuando las calles se adornan con bonitas cruces y casetas en las que se festeja con buen vino y sabrosa comida. Luego tendrás que echar un vistazo a los famosos patios. Durante el Festival de Patios Cordobeses los vecinos de los barrios más tradicionales de la ciudad, como Santa Marina o San Basilio, abren sus casas a los visitantes. Y para poner el broche de oro se celebra la increíble Feria de Córdoba.

Florencia (Italia)

Las razones para visitar esta ciudad italiana en primavera son obvias: el clima hace aún más bonito su patrimonio cultural y las hordas de turistas (a excepción de en Semana Santa) son más reducidas en este momento del año. Por ello te animamos a buscar ya tu vuelo a Florencia y a planear la escapada por la Toscana que siempre habías soñado. Después de unos días conociendo los imprescindibles de la ciudad como la Galería Uffizi, la Catedral de Santa Maria dei Fiore o el Ponte Vecchio, te animamos a contemplar los primaverales paisajes de esta región italiana. Chianti, Monteriggioni, Siena o Montalcino están a tan solo unos kilómetros, ¡así que deberías aprovechar!

París (Francia)

Imagínate paseando por la ciudad más romántica del mundo en su momento más colorido. París se tiñe de color en primavera, cuando los días fríos y grises dan paso a días con temperaturas más suaves, con más horas de sol y, sobre todo, con más alegría en las decenas de parques de la ciudad. Los Jardines de Luxemburgo, los Jardines de las Tullerías, el Campo de Marte o el Jardin des Plantes son algunos de los más bonitos en esta época. La ciudad también empieza a despertarse tras los meses de invierno y acoge numerosos eventos. Desde exposiciones de arte hasta maratones pasando por conciertos de la Filarmónica de París que cuentan la historia de Jamaica, ¡siempre encontrarás algo que hacer! Además, la escapada a Versalles cobra ahora más sentido que nunca, pues los jardines lucirán espectaculares y no tendrás que estar esquivando hordas de turistas.

Cáceres (España)

La ciudad vieja de Cáceres fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco a mediados de los 80 gracias a lugares como la Concatedral de Santa María, el Palacio de las Veletas o la Casa del Sol. Además te animamos a incluirla en tu lista de ciudades de Europa que visitar en primavera por otro par de razones más. Cáceres fue Capital Española de la Gastronomía en 2015, por lo que es imposible comer mal en este rincón de Extremadura. Buen jamón y buen queso son solo el comienzo de un suculento menú extremeño. Y a unos kilómetros al norte de Cáceres te esperan impresionantes campos de cerezos en flor en el Valle del Jerte. Desde finales de marzo hasta principios de abril podrás caminar por el precioso manto blanco de sus campos y formar parte de alguna de las actividades de la Fiesta del Cerezo en Flor, proclamada de Interés Turístico Nacional.

Bruselas (Bélgica)

Bruselas es una ciudad muy animada durante todo el año, pero cuando llega el mes de abril empieza a notarse un ambiente aún más especial. La capital de Bélgica cuenta con parques tan bonitos como Parc Royal, Bois de la Cambre o Parc du Cinquantenaire. La aparición de los colores vivos provoca que los belgas se animen a disfrutar de estos espacios, en especial durante los fines de semana, momento en que los verás haciendo deporte, paseando o haciendo picnic. Por si no has tenido suficiente dosis primaveral, no dejes de visitar el llamado Bosque Azul belga, a tan solo 19 kilómetros al sur de Bruselas. El sotobosque de Hallerbos se cubre con una alfombra de pétalos violetas que le da al lugar un aire mágico. El sendero de Achtdreven es el más florido, así que no dejes de recorrer sus casi 2 kilómetros de longitud mientras tu cámara de fotos echa humo.