Ni el Tajo ni las Barrancas: esta es la mejor ruta senderista de Toledo según los turistas
Estás a punto de conocer la mejor ruta senderista de Toledo según los visitantes. Con una distancia de 9 kilómetros sólo de ida y un tiempo estimado de siete horas ida y vuelta, esta senda permite apreciar el paisaje montañoso más agreste de la región, entre rebollares, encinares y la imponente cascada de Los Navalucillos.
Se trata de un trayecto de dificultad media, ideal para quienes buscan adentrarse en un entorno natural bien conservado y descubrir las especies más singulares de flora y fauna en la provincia de Toledo.
La mejor ruta senderista de Toledo y qué la hace tan especial
La Ruta del Chorro de los Navalucillos, en el corazón del Parque Nacional de Cabañeros, es reconocida como la mejor ruta senderista de Toledo. Desde el kilómetro 16 de la carretera CM-4155, un desvío hacia Las Becerras lleva hasta el punto de partida, donde los senderistas deben registrar su visita en la caseta de información del parque.
A partir de aquí, la senda sigue una pista forestal, permitiendo al visitante sumergirse en el paisaje mediterráneo de la región. Algunos datos claves son los siguientes:
- Distancia: 18,3 km (ida y vuelta)
- Desnivel positivo: 838 metros
- Tiempo estimado: 6 horas y 10 minutos
- Tipo de recorrido: lineal
- Dificultad: media
Tramo inicial y especies mediterráneas de la ruta del Chorro de los Navalucillos
A medida que se avanza, el sendero atraviesa una zona de matorral mediterráneo, dominada por especies como la jara y el brezo. Más adelante, el encinar circunda el macizo del Rocigalgo, el punto más alto de Toledo, con 1.448 metros.
A lo largo del recorrido, la presencia del arroyo del Chorro introduce especies de vegetación de ribera que ofrecen contraste con el paisaje mediterráneo: se observan tejos, acebos y abedules, algunos de ellos relictos de climas antiguos.
El ascenso a la cascada del Chorro y Chorrera Chica, en detalle
La cascada del Chorro, de aproximadamente 18 metros, es el punto más espectacular de esta ruta senderista de Toledo. Desde una plataforma natural, se puede contemplar la caída de agua rodeada de un bosque denso de robles y encinas.
Este punto es una de las principales atracciones de la ruta, no sólo por la belleza de la cascada en sí, sino también por el conjunto de especies vegetales que la rodean, adaptadas a las condiciones húmedas del entorno.
Para los excursionistas más aventureros, existe la opción de continuar un kilómetro más hasta la Chorrera Chica, donde el sendero presenta mayor dificultad debido a las cornisas de piedra y el terreno inclinado. Este tramo es algo resbaladizo y requiere precaución, especialmente en días lluviosos.
La fauna y ascenso al Rocigalgo, el punto más alto de Toledo
El trayecto ofrece múltiples oportunidades para avistar la fauna local. Entre los mamíferos más comunes están el ciervo, el jabalí, el corzo y, en menor medida, el gato montés. También habitan aves propias del bosque mediterráneo, como el buitre leonado, el azor y el ratonero, que suelen sobrevolar las crestas de los Montes de Toledo.
Finalmente, quienes deseen prolongar la caminata pueden seguir el ascenso hasta el pico Rocigalgo, el punto más elevado de Toledo. Desde su cumbre, se tienen vistas panorámicas del relieve de los Montes de Toledo y parte del Parque Nacional de Cabañeros, especialmente en días despejados.
Recomendaciones y cómo llegar a esta ruta senderista de Toledo
Es importante tener en cuenta que, debido a la pendiente y el tipo de terreno, se requiere de un nivel físico moderado para completar la ruta. Además, en días de lluvia, el terreno puede volverse resbaladizo, por lo que es aconsejable tomar precauciones adicionales.
Para acceder a esta ruta senderista de Toledo, se debe tomar el desvío en la carretera CM-4155, en el kilómetro 16, hacia Las Becerras. Desde allí, el camino continúa por una pista forestal que lleva al punto de información del parque, donde se inicia el trayecto.
La Ruta del Chorro de los Navalucillos se presenta como una alternativa destacada para explorar la naturaleza más auténtica de Toledo, sumergiéndose en paisajes montañosos y observando una gran diversidad de flora y fauna propias de los Montes de Toledo.