Agua dulce para los apagar los sofocos veraniegos
Los lectores de TourAffinity deben andar con los dientes largos después de leer sobre tanta playa maravillosa. Playas ocultas, destinos perdidos… Y es que parece que los rigores del calor sólo se pueden sofocar en el agua salada. ¿Pero que hay de los ríos y las lagunas? Su frescura, sus aguas cristalinas, la comodidad de que no haya sal… El agua dulce es un destino perfecto para el viajero amante de la naturaleza. Así pues, he aquí tres lugares agradables donde poder darse un chapuzón al tiempo que se disfruta del entorno.
Baño de agua dulce en Ávila
La primera parada se halla en la provincia de Ávila, concretamente en Arenas de San Pedro. Junto a esta localidad hay dos piscinas naturales con agua proveniente del deshielo de la Sierra de Gredos. Lo más adecuado es disfrutarlas entre semana para evitar la acumulación de visitantes. Y como complemento, es posible dar un paseo a lo largo del río Arenal para ver sus cascadas y disfrutar del entorno.
Baño de agua dulce en Madrid
Sí, en Madrid no hay playa (vaya, vaya). La canción de The Refrescos lleva taladrando a los madrileños desde los años 80. Pero eso no quiere decir que no tengan opciones de remojarse. En Rascafría se encuentran Las Presillas, tres piscinas naturales en el río Lozoya. Al igual que en las anteriores, lo ideal es acudir entre semana para evitar aglomeraciones.
El viajero se encontrará en un lugar lleno de atractivos. Podrá admirar el pico de Peñalara o visitar el Monasterio de Santa María del Paular. Fue fundado por Enrique II de Castilla en el siglo XIV y frente a él se extiende el Puente del Perdón, llamado así porque en la Edad Media las apelaciones de los juicios se hacían en él.
Otra actividad adicional a bañarse en las lagunas se encuentra en seguir el río Aguilón hasta llegar a las Cascadas del Purgatorio. Son saltos de agua de 10 metros de altura de indudable belleza. La creencia popular es que su nombre viene derivado de la proximidad al Monasterio. Y es que muchos monjes parece que iban hasta ellas para purgar sus pecados.
Baño de agua dulce en Cuenca
En la provincia de Cuenca, el viajero puede bañarse en las Chorreras, unas cascadas de agua cristalina que hay a lo largo del río Cabriel. Estas chorreras se encuentran entre Enguídanos y Víllora, y forman piscinas de color esmeralda. Para poder acceder a éste bello paraje hay que atravesar una residencia abandonada de la central Hidroeléctrica Lucas de Urquijo. De ahí que no esté tan transitado. Además, no se encuentra tan cercano a la capital. Y eso se nota…