Crítica de “Xtremo”: Desubicado antihomenaje

El último estreno de cine español se encuentra entre el contenido más popular de Netflix esta semana.

Xtremo
"Xtremo" (Netflix)
Francisco-Eme
  • Francisco-Eme
  • Soy un graduado en Comunicación Audiovisual y Publicidad, que escribe desde su pasión por y para el cine, donde también intento hacerme un hueco como guionista. "Todo lo que puede ser imaginado es real", Pablo Picasso.

A diferencia de la industria norteamericana y el resto de Europa, parece que el cine español solo siga las tendencias que le funcionan en taquilla. Hace algunos años solo se producían películas de terror, herencia de Los otros como pueden ser El orfanato, Los ojos de Julia, Rec o Mientras duermes. Años después, el cine de comedia explotó con la obra española más taquillera de la historia, 8 apellidos vascos. Las productoras televisivas vieron en el género una apuesta de rentabilidad donde colocar a las estrellas de su parrilla retroalimentándose con su promoción. El abuso de la presencia de estas producciones todavía sigue vigente, sin embargo Netflix ha decidido apostar por una tipología de films, poco transitados en el cine de nuestras fronteras: El cine de acción con Xtremo

Xtremo es la nueva película de acción de Netflix que está colándose en el top 10 de lo más popular de la plataforma de streaming (1ª entre las películas y la 3ª en la lista general de la aplicación). El director Daniel Benmayor firma su tercera película con la experiencia que le ha dado dirigir otras historias del género como puede ser su anterior trabajo en 2005, Tracers con Taylor Lautner. Puede que con Xtremo, Benmayor vaya a influir sobre el aumento de producciones de este tipo, gracias a que la cinta cuenta con una manufactura gran coreografiada y una valiente puesta en escena visual. Desgraciadamente, esta historia de kung-fu, disparos y venganza no solo no sorprende, además resulta extremadamente exagerada y fuera de tono.

Xtremo se arma de un villano (Óscar Jaenada) que ha pasado una temporada en Japón y ha vuelto medio yakuza. Por lo que se intuye en la película, antes era más o menos bueno, pero su padre lo envió al país del sol naciente para que aprendiera lo que es el honor. En vez de eso, vuelve ambicioso y descontrolado, matando a su progenitor (Juan diego) y encargando a Finito (Sergio Peris-Mencheta) que mate también al hijo del sicario protagonista, Max (Teo García). Max se vengará con otra miembro de la banda, interpretada por Andrea Duro. No obstante el joven Leo (Óscar Casas) un camello de medio pelo se meterá en mitad de este conflicto, mientras entabla una relación paterno-filial de amistad con el protagonista.

Una historia desubicada que provoca el antihomenaje

Está bien eso de homenajear y tener influencias a la hora de crear una historia, pero para ello hay que tener muy claros ciertos contextos. Aquí, preguntas como el dónde y el cómo son fundamentales para situar con cierto sentido una trama que a priori, no es muy creíble en una ciudad como Barcelona. No solamente por la ubicación (está claro que existen el crimen y las bandas en la ciudad condal), también por cuáles son los elementos que introduces y cómo lo haces. La filosofía de Xtremo parece ser “cuanto más mejor”, tanto que el protagonista mata en cualquier momento y lugar del día porque en esta película no existe la policía (literalmente no aparece en ningún momento).

El guion construido sobre un mundo demasiado ambicioso para la realidad que representa, empeora debido a cómo están construidos sus personajes, tanto por las líneas de diálogo como por una interpretación pasada de vueltas. Todos ellos terminan danzando bajo buenas coreografías condenadas a la irrelevancia y al entretenimiento liviano. Al final, queriendo imitar al género de las artes marciales y a buenas acogidas recientes del cine de acción como John Wick, Xtremo solo consigue estar desubicada en forma y contenido, provocando el antihomenaje o rechazo de los fans del género.

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