Condenan a 2 años de cárcel al médico que ordenó ‘mantener enganchado’ a la ketamina a Matthew Perry
"Me pregunto cuánto pagará este imbécil. Averigüémoslo", decía uno de los mensajes de Salvador Plasencia
Se aprovechó de la vulnerabilidad de Matthew Perry por sus adicciones, y se encargó de que siguiera reclamando ketamina
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Salvador Plasencia, el médico que vendió a Matthew Perry la ketamina que se le administró, ha sido el primer condenado por la muerte del actor de Friends, con una sentencia de dos años y medio de prisión (30 meses). El intérprete, conocido por su personaje de Chandler Bing, murió por sobredosis en octubre de 2023, a los 54 años, en su residencia en Pacific Palisades (Los Ángeles).
La jueza ha ordenado prisión preventiva para el médico, uno de los cinco acusados, en su caso por proporcionar la droga a Matthew Perry, por lo que también deberá pagar 4.800 euros en concepto de multa. Así, el doctor ha ingresado de manera inmediata en una cárcel federal.
Plasencia se declaró culpable de cuatro delitos de distribución ilegal de ketamina a la estrella de Friends, y perdió su lujosa clínica y su licencia médica, la cual entregó el pasado mes de septiembre en California. Un mes antes de la muerte de Perry, el médico le vendió ketamina al precio de 3.860 euros, según el propio testimonio de Plasencia. Además, contrató a otro doctor (Mark Chávez) para que se encargara de suministrársela.
Su implicación en la muerte del actor no quedó ahí, tal y como declaró el médico, dado que dio instrucciones al sanitario al que contrató para que se asegurara de que Matthew Perry siguiera enganchado y continuara así reclamándole la sustancia. Por esta razón, la fiscalía entiende que Plasencia llevó a cabo «terribles violaciones de la confianza depositada en él» y que incumplió «su juramento de no causar daño a sus pacientes», dos circunstancias que «contribuyeron sin duda alguna al daño sufrido por Perry».
A lo largo de la investigación salieron a la luz algunos de los mensajes que se cruzaron los dos médicos, en los que se pudo comprobar que ambos se burlaban de la complicada situación de Matthew Perry por su adicción. Se mofaban también del desembolso que el actor estaba haciendo y del beneficio que les estaba reportando: inflaron el precio de las dosis multiplicando la cifra por 200, y enseñaron a Perry y a su asistente a inyectársela. También el propio Plasencia le suministró algunas dosis, tanto en su casa como fuera, concretamente en un aparcamiento de Santa Mónica.
Plasencia es el primero de los cinco imputados -todos se han declarado culpables por la muerte del actor- en ser condenado. Chávez, dos ex asistentes del actor de Friends -Kenneth Iwamasa y Erik Fleming- y Jasveen Sangha -la narcotraficante conocida como la reina de la ketamina-, que consiguió más de 50 viales de droga para el actor, están a la espera de la sentencia por este caso.
Los padres de Matthew Perry señalan a Plasencia como el culpable de mayor responsabilidad en la muerte del actor, tal y como han escrito en una carta publicada en Rolling Stone: «Nadie que estuviera en contacto con el mundo podría ignorar los problemas de Matthew, pero este médico conspiró para romper sus votos más importantes, repetidamente, y huyó por la noche para encontrarse con su víctima en secreto. ¿Por qué? ¿Por unos cuantos miles de dólares? Para aprovecharse de la vulnerabilidad de nuestro hijo… y alardear, mientras lo hacía, con esa reveladora pregunta: ‘Me pregunto cuánto pagará este imbécil. Averigüémoslo’. Hay cosas muy difíciles de entender».
El pasado 2024, Kenneth Iwamasa confesó haber inyectado ketamina «repetidamente» al intérprete, incluso el mismo día de su muerte, sin indicación médica. Es más, ese día se la administró «en múltiples ocasiones», con hasta 20 inyecciones, dijo. Iwamasa fue la persona que encontró a Perry flotando en el jacuzzi de su residencia en Pacific Palisades.
Las autoridades manejaron en un principio el caso de la muerte de Matthew Perry como un accidente, especialmente por los problemas que el actor de Friends confesó tener por su adicción al alcohol y otras sustancias. Sin embargo, el fallecimiento del intérprete de la sitcom derivó en un entramado criminal «clandestino» -en palabras del fiscal- que podría haber precipitado la muerte del estadounidense. Perry se ahogó en el jacuzzi, según dictaminó el informe de toxicología de la Oficina Forense del Condado de Los Ángeles, por los efectos de la droga.
La ketamina, como en este caso, puede ser letal en dosis elevadas. Este anestésico se utiliza para tratar la depresión y la ansiedad, por lo que son los médicos quienes deben prescribirla. Perry tenía en el organismo la ketamina suficiente para una anestesia general, lo que le provocó la sobredosis que desembocó en su ahogamiento. Además, padecía una enfermedad coronaria.
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