Twitter: Una empleada prohíbe entrar a esta joven en el museo por llevar demasiado escote
Esta joven ha denunciado en sus redes sociales la discriminación que ha sufrido a la hora de entrar en un museo.
![Twitter: Una empleada prohíbe entrar a esta joven en el museo por llevar demasiado escote](https://okdiario.com/img/2020/09/12/prohiben-entrar-655x368.jpg)
![Gemma Meca](https://okdiario.com/img/2021/10/27/gemma-1-1-1-4.jpg)
Esta joven ha denunciado en sus redes sociales la discriminación que ha sufrido a la hora de entrar en un museo. El tamaño de sus pechos y el escote que llevaba hizo reaccionar a una empleada del museo que se negó a dejarla entrar. Jeanne es una joven estudiante de literatura que usa una talla 100 de sujetador, sin complejo alguno, escoge las prendas que más le gustan. Nunca habría podido imaginar que su escote le impidiera entrar en un museo. Twitter se ha convertido en su único medio de denuncia.
No la dejan entrar en el museo por llevar demasiado escote
J’ai totalement oublié et je me dois de repréciser que la photo a été prise par mon amie @MarionCanneval 4h avant les faits, vous pouvez retrouver la photo sur son compte. Merci ♥️ https://t.co/JF3Y489Qdp
— Tô’ (@jeavnne) September 11, 2020
El mundo está cambiando y lo hace a un ritmo vertiginoso, en contra de unos patrones que son toda la reivindicación, no solo de moda. Durante los años 60 llegaron la minifalda y el bikini, una auténtica liberación, más allá de la moda, en 2020 un vestido escotado es censurado en un museo. Los escotes o la ropa de una mujer no deben ser objeto de debate. La feminidad parece que está en peligro de extinción en un mundo el que se apuesta por un estilo andrógino. Jeanne se compró un precioso vestido estampado para lucirlo por la ciudad y nunca pensó que acabaría siendo censurada en pleno siglo XXI por otra mujer.
El Museo de Orsay tendrá que darle una explicación a esta joven que ha plasmado su queja en Twitter. Una de las empleadas del museo vio llegar a Jeanne con su vestido nuevo, un estampado favorecedor y un escote en V, muy femenino y cómodo, perfecto para el otoño. La empleada se fijó en el escote de la joven, con una talla 100 la estudiante de literatura no tiene complejo alguno, ni podría pensar que alguien la juzgase por una prenda de vestir.
Fue entonces cuando le dijo la empleada que no podía entrar en el museo. Extrañada Jeanne le preguntó el porqué de esta medida, hasta que al final, accedió a dejarla entrar, pero solo si se ponía una chaqueta que le cubriese el escote. Jeanne se negó, al no ver la necesidad de hacerlo, su talla de pecho no está reñida con ninguna actividad cultural. De esta manera, esta joven ha llevado a las redes sociales el debate sobre los escotes y la entrada o no a algunos lugares públicos. En el año 2020 parece surrealista un debate de estas características.
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