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Signal: a pesar del paso del tiempo y la seguridad, no la usa casi nadie

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Nacho Grosso
  • Nacho Grosso
  • Cádiz (1973) Redactor y editor especializado en tecnología. Escribiendo profesionalmente desde 2017 para medios de difusión y blogs en español.

Hubo un tiempo, hace pocos años, en los que la app Signal se puso de moda y apareció como una alternativa a la tradicional WhatsApp y a otras como Telegram, que ya estaba despuntando como candidata a igualarse con la de Meta. Pero la realidad es que pasado este tiempo, Signal no la usa casi nadie, al menos en España. ¿A qué puede deberse esto?

Signal, un cúmulo de factores

Fue el efecto Trump quien dio un impulso a Signal. Pero una de las principales razones por las que Signal no ha logrado una adopción masiva podría ser su limitada presencia mediática y en redes sociales. A diferencia de WhatsApp, que ha contado con el respaldo de Meta, o Telegram, que ha sabido venderse como una app innovadora y llena de funcionalidades, Signal no ha tenido una campaña de marketing potente que la respalde. Su enfoque siempre ha estado en la seguridad y la privacidad, pero este mensaje no ha llegado a la mayoría de los usuarios de manera efectiva. En un mercado tan saturado, la visibilidad juega un papel clave, y Signal simplemente no ha logrado destacar.

La resistencia al cambio

Otra posible causa es la inercia de los usuarios. Cambiar de aplicación de mensajería requiere que no solo una persona lo haga, sino que también lo hagan sus contactos. Este es un obstáculo considerable, ya que la mayoría de las personas no está dispuesta a cambiar de plataforma a menos que haya una necesidad imperiosa. WhatsApp y Telegram, con sus enormes bases de usuarios y funciones atractivas, han creado ecosistemas donde los usuarios se sienten cómodos y tienen pocas razones para migrar.

Falta de características llamativas

Si bien la seguridad es un punto fuerte de Signal, esta aplicación no ha logrado incorporar funciones que realmente atrapen a los usuarios más allá de la privacidad. Telegram, por ejemplo, ha enamorado a muchos con sus canales, bots y la capacidad de compartir archivos de gran tamaño, mientras que WhatsApp ha mejorado sus capacidades con videollamadas, mensajes de un solo visionado y otras integraciones. Signal, por otro lado, ha mantenido un enfoque minimalista, lo que, aunque atractivo para un nicho específico, no es suficiente para llamar la atención de una gran mayoría.

Confusión y desinformación

A pesar de su fama por ser una app segura, Signal se ha enfrentado desinformación y confusión entre los usuarios sobre lo que realmente ofrece y cómo funciona. Hay quienes no entienden la diferencia entre la encriptación de extremo a extremo de Signal y la de otras apps, lo que diluye la ventaja en términos de competencia. Además, existe una percepción, sobre todo entre los menos tecnológicamente adeptos, de que Signal es complicada o que solo es usada por quienes tienen algo que esconder, lo que limita aún más su atractivo.

La alargada sombra de WhatsApp

Finalmente, no se puede ignorar que WhatsApp, con más de 2.000 millones de usuarios en todo el mundo, sigue siendo el gigante del que es difícil escapar. Es la aplicación de mensajería que «todo el mundo» tiene y, para muchos, resulta más conveniente permanecer en ella que cambiar a una plataforma que aún se percibe como marginal. La popularidad y la confianza que WhatsApp ha construido a lo largo de los años son barreras que Signal, por muy segura que sea, no ha podido superar. Un ejemplo personal muestra claramente esta situación: mientras que en mi cuenta de WhatsApp tengo más de 500 contactos, en Signal solo aparecen 14. Esta diferencia refleja la realidad que enfrenta la app, donde la falta de usuarios hace que la comunicación sea prácticamente inviable, independientemente de las ventajas que pueda ofrecer.

Signal es una aplicación excelente en términos de seguridad, pero su escasa adopción se debe a una combinación de factores como la falta de marketing, la resistencia al cambio, la ausencia de características llamativas, la desinformación y la abrumadora popularidad de su competencia. A pesar de sus méritos, parece que Signal sigue siendo una opción de nicho, elegida por aquellos que valoran la privacidad por encima de todo, pero ignorada por el gran público que prefiere lo familiar y lo que les soluciona el día a día. En todo caso, te invito a que descubras la app, porque merece la pena.

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