Diferencias entre 4G, 5G y WiFi qué conviene usar


Conectar el móvil a internet es más fácil que nunca, pero no siempre tenemos claro si conviene usar 4G, 5G o WiFi. Cada una de estas tecnologías tiene sus propias ventajas y limitaciones, y saber en qué situaciones utilizar una u otra puede marcar la diferencia en velocidad, estabilidad y consumo de batería.
Qué diferencia al 4G del 5G y del WiFi
El 4G se convirtió hace unos 15 años en la base de la conectividad móvil tal y como la conocemos. Gracias a él se normalizaron las videollamadas sin cortes, el acceso fluido a plataformas de streaming y las descargas rápidas de archivos. Con la llegada del 5G, la promesa fue llevar todo esto a un nuevo nivel: más velocidad, menor latencia y capacidad para conectar millones de dispositivos a la vez, algo esencial en el Internet de las Cosas. Por su parte, el WiFi sigue siendo la conexión más habitual en el hogar o la oficina, con mejoras constantes gracias a nuevos estándares como WiFi 6 y WiFi 7.
Velocidad y estabilidad
Si hablamos de cifras, el 4G suele ofrecer entre 20 y 100 Mbps en condiciones normales. Suficiente para navegar, usar redes sociales, ver vídeos en alta definición o incluso jugar online. El 5G, en cambio, puede superar sin problemas el gigabit por segundo, lo que equivale a velocidades comparables o incluso superiores a muchas conexiones de fibra. Eso sí, la velocidad real depende del despliegue en cada zona y de si se trata de 5G NSA (no autónomo, apoyado en redes 4G) o 5G SA (autónomo, con todas sus capacidades).
El WiFi, por su parte, depende directamente de la tarifa de internet contratada y del tipo de router: mientras un WiFi 5 alcanza un máximo teórico de 3,5 Gbps, el nuevo WiFi 7 puede llegar hasta 40 Gbps, algo que abre la puerta a conexiones ultrarrápidas en casa.
Cobertura y disponibilidad
Hoy en día, el 4G está presente prácticamente en cualquier lugar donde haya cobertura móvil. El 5G, aunque ya lleva varios años en marcha y su implantación es sólida en las grandes ciudades, todavía presenta diferencias en su extensión en zonas rurales o apartadas. Esto no significa que sea una tecnología minoritaria, al contrario: millones de usuarios ya disfrutan de ella a diario, pero conviene recordar que su rendimiento máximo se da donde la infraestructura está más desarrollada. El WiFi, en cambio, requiere siempre un punto de acceso, pero dentro de su radio de alcance ofrece una conexión muy estable y sin limitaciones de consumo de datos.
Consumo de batería y eficiencia
El uso de una u otra conexión también afecta a la batería del móvil. El 5G puede ser más exigente en zonas donde la cobertura no es completa, ya que el dispositivo trabaja más buscando señal. En entornos con buena cobertura, la diferencia respecto al 4G se reduce bastante, aunque este último sigue siendo más eficiente. El WiFi, por norma general, es la opción que menos batería consume, ya que evita que el móvil esté alternando entre antenas móviles y mantiene la conexión más estable.
Seguridad en cada tipo de conexión
Otro aspecto que a menudo se pasa por alto es la seguridad. Tanto el 4G como el 5G son redes móviles cifradas, lo que dificulta que un tercero pueda interceptar las comunicaciones. En cambio, el WiFi depende de cómo esté configurado el router: una red doméstica con contraseña WPA3 es muy segura, pero conectarse a un WiFi público sin medidas de protección puede exponer tus datos personales. Por eso, en cafeterías, aeropuertos o estaciones, muchos expertos recomiendan usar 4G o 5G antes que un WiFi abierto.
Qué conviene usar en cada situación
La elección depende del contexto. En casa o en el trabajo, el WiFi es la opción lógica, estable, sin límite de datos y cada vez más rápido. En la calle o en movimiento, el 4G sigue siendo una apuesta segura por su amplia cobertura. El 5G, por su parte, es perfecto para descargas grandes, videollamadas en alta calidad o juegos en la nube, siempre que tu móvil sea compatible y la cobertura lo permita. Una práctica cada vez más común es alternar automáticamente según la necesidad: usar WiFi en interiores y 5G en exteriores para aprovechar lo mejor de cada uno.
Mirando al futuro
El 5G ya forma parte de la vida digital diaria, y su despliegue continúa ampliándose con la vista puesta en aplicaciones como coches conectados, cirugía a distancia o ciudades inteligentes. El 4G todavía tiene años de vida por delante, ya que garantiza cobertura en lugares donde el 5G aún no llega con toda su potencia. El WiFi, por su parte, seguirá evolucionando hacia mayores velocidades y menor latencia, especialmente con WiFi 7, que empezará a extenderse en hogares y oficinas durante los próximos años.
No se trata de elegir entre 4G, 5G y WiFi como si fueran rivales, sino de entender que cada uno cumple una función específica. Usar la combinación adecuada en cada momento es lo que asegura la mejor experiencia de conexión, adaptada tanto a tus necesidades como al entorno en el que te encuentres.