Lovelace 2.0, el rival del famoso test de Turing
Cuando hablamos de inteligencia artificial, hemos de tener en cuenta que para valorarla siempre es necesario compararla con la humana, por lo que ahí nace la necesidad de medirla. Y para ello hay que retrotraerse en el tiempo, concretamente unos 65 años, pues fue entonces cuando el científico Alan Turing ideó un método capaz de medir la inteligencia en una máquina.
Lo que pasa es que el avance de la tecnología ha llevado a idear nuevos métodos que actualmente pueden llegar a sustituir al mencionado test de Turing para realizar estas mediciones.
La novedad en cuanto a estos test se refiere se llama Lovelace 2.0 y ha sido ideada por Mark Riedl, profesor del Instituto de Tecnología de Georgia (Estados Unidos). Se llama así en honor a Ada Lovelace, matemática y pionera en la programación de ordenadores, pues creó el primer algoritmo que introducido en una máquina podía ser procesado por esta.
Este nuevo test 2.0 exige a la máquina que sea capaz de realizar determinadas actividades para demostrar su inteligencia como, por ejemplo, escribir un poema.
La creatividad que demuestre aquel artefacto es el factor que se exige para superar el test, pues ello supone que para que haya creación ha de haber un mínimo de desarrollo de su inteligencia.
Hasta ahora no hay constancia de que ninguna máquina haya superado el test de Lovelace 2.0.
Este es la actualización del mismo presentado en el año 2001, pero muy mejorado. De ahí que se plantee la idea de que pueda dejar atrás al test de Turing por su mayor exigencia, aunque no todas las opiniones navegan en esta dirección. Hay científicos que piensan que la creatividad es un rasgo únicamente humano y que, por lo tanto, va a ser imposible encontrarlo en máquinas. Así lo piensa Alan Woodward, de la Universidad de Surrey (Reino Unido) y experto en tecnología de las computadoras.