MADRID

La niñera acusada de intentar matar a una bebé le echa la culpa a sus hermanos de 6 y 4 años

La niñera intentó matar a la bebé en dos ocasiones, según la Fiscalía

homicidio martillazos
Audiencia Provincial de Madrid

La niñera acusada de intentar matar a golpes a una bebé de un año ha negado los hechos durante el juicio y ha culpado a los hermanos de la víctima de 6 y 4 años de edad.

En su declaración durante el juicio al que se enfrenta a una petición de 25 años de cárcel, la niñera de origen rumano ha asegurado que «los hermanos de la bebé, también menores, eran muy brutos y los padres discutían mucho».

La acusada mantiene que los golpes tremendos que le provocaron varias fracturas craneales a la bebé de un año son fruto de un accidente: «Se dio con un pianito en la cabeza porque sus hermanos se abalanzaron sobre ella, en otra ocasión fue la bebé la que mordió la cuna provocándose las lesiones».

La madre preguntó a la cuidadora el motivo por el que su hija había sufrido tantos golpes y ésta le comentó que su hija se movía mucho. Según la madre de la bebé, la cuidadora «Quería que atara a la bebé a las patas de la cama». Al día siguiente, la niña tenía deformada la oreja y la cabeza hinchada.

Los médicos, también citados a declarar, le dijeron a la madre que los golpes que sufrió la bebé eran brutales y se trataba de algo gravísimo. Las próximas horas serán cruciales para defensa de la niñera ya que están citados a declarar los forenses que trataron a la niña.

La acusada fue contratada el 1 de septiembre de 2016 para desarrollar funciones domésticas como empleada de hogar en el domicilio de Madrid. Entre sus funciones se encontraba cuidar de los tres hijos menores de edad de la familia. Uno tenía seis años, otro cuatro años y la bebé tan solo cuatro meses.

El relato de hechos de la Fiscalía mantiene que el 28 de febrero de 2018, cuando la niñera estaba a solas con los menores en el domicilio familiar, agredió  a la más pequeña en la cabeza con algún objeto contundente no identificado.

Según la Fiscalía, la niñera quiso matar a la bebé y lo hizo «a sabiendas de que por la forma de la agresión como por la zona corporal afectada, su ataque podría causarle la muerte, prevaliéndose de que la edad de la niña impedía cualquier mecanismo de defensa por su parte”».

A consecuencia de la agresión, la menor sufrió hematomas en el cerebro y rigidez cervical, «por lo que en aquel momento se le diagnosticó contusión cervical y traumatismo craneoencefálico. A partir de entonces la niña comenzó a presentar dificultades para dormir e incapacidad para mover el cuello, necesitando un collarín cervical para su curación.

De nuevo el 13 de marzo de 2018, en torno a las 16:30 horas, la procesada intentó matar a la bebé igual forma.  Supuestamente, la golpeó de nuevo en la cabeza con gran violencia, provocándole el desprendimiento de la oreja derecha y más hematomas.

Ésta vez los médicos diagnosticaron a la bebé una fractura parietal izquierda además de hematomas y fracturas de vértebras,  quedando ingresada de forma inmediata en el hospital.

A causa de las lesiones que le produjo la empleada del hogar, la bebé permaneció dos días hospitalizada en observación hospitalaria.  La bebé tuvo que llevar un collarín cervical durante un mes y tardó setenta y cuatro días en curar sin quedarle secuelas.

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