Un detenido del polémico vídeo de Lavapiés tiene antecedentes por robo con violencia y venta de drogas
El mismo detenido también tienen antecedentes por atentado a la autoridad
Un taxista reconoce a los dos inmigrantes del vídeo de Lavapiés como las personas que le robaron el móvil
Uno de los detenidos que protagoniza el polémico y viral vídeo de Lavapiés con la Policía tienen antecedentes por robo con violencia, tráfico de drogas y atentado a la autoridad. Durante la detención de los dos inmigrantes que están acusados de desobediencia y resistencia, los agentes hallaron en su poder una pequeña cantidad de droga. La Policía Nacional también asegura que durante el traslado uno de los arrestados destrozó el coche policial que le llevaba a la comisaría por lo que también está acusado de daños.
Fuentes policiales aseguran que el incidente captado por un testigo desde un coche con su teléfono móvil no refleja la intervención completa de los agentes, que tendría su preámbulo en el vecino Carrefour 24 horas de la calle Valencia en el corazón del barrio de Lavapiés.
Allí, según confirman también los vigilantes de seguridad y el personal del establecimiento, arrancaron los hechos el pasado viernes alrededor de las 8:00 de la mañana. Los cuatro inmigrantes fueron expulsados del local porque estaban causando alboroto en su interior.
Según personal de la tienda, los cuatro inmigrantes subsaharianos estaban en estado de embriaguez y querían comprar en el Carrefour pero no conseguían recordar el número PIN de su tarjeta de crédito. La situación les hizo perder los nervios y comenzaron a insultar a una cajera de la tienda llamándola racista y acusándola de impedirles comprar lo que querían «por que eran negros». Su actitud provocó la expulsión del local por parte del vigilante de seguridad.
Una vecina llamó a los agentes
No pasó mucho tiempo hasta que poco después una vecina de Lavapiés llamó a la Policía porque los cuatro hombres estaban protagonizando una reyerta a gritos y golpes en los alrededores.
Según fuentes policiales, al lugar acudió un radiopatrulla de la comisaría del distrito de Arganzuela. Los agentes separaron a los contendientes pero al momento los cuatro se volvieron en su contra profiriendo amenazas y patadas.
El polémico vídeo que se ha hecho viral no refleja esos momentos pero sí lo que ocurrió a continuación. La Policía intenta reducir en Lavapiés a los dos hombres más hostiles. Uno termina forcejeando en el suelo con un agente, el otro permanece tranquilo y en actitud pacífica pero desobedece a un segundo agente que termina golpeándole para que se tire al suelo. También golpea con su defensa en las piernas al otro detenido que está en el suelo retenido por su compañero.
El vídeo tampoco refleja el traslado de los detenidos a comisaría, donde uno de ellos, según fuentes policiales, destrozó el interior del coche patrulla hasta dejarlo inservible para el servicio.
Un taxista les denuncia por robo
Las imágenes, que sólo reflejaban los momentos de mayor contundencia policial durante la intervención en Lavapiés, se hicieron rápidamente virales. Provocando, críticas rotundas de Sumar y Podemos pidiendo el cese inmediato del ministro del Interior, como responsable de lo que consideran un «acto de violencia policial con tintes racistas contra dos hombres jóvenes, donde se puede percibir ensañamiento, que no parece responder a un protocolo comedido de actuación policial». También, organizaciones y sindicatos antirracistas convocaron protestas en Lavapiés el pasado domingo pidiendo el fin del «racismo institucional».
Por su parte, los sindicatos policiales han salido en defensa cerrada de sus compañeros. ASP ha denunciado al ex diputado de Podemos por injurias. Otros como el Sindicato Unificado de Policía (SUP) defienden que la intervención realizada por sus compañeros se ajusta a los protocolos de uso de fuerza que establece la Policía Nacional ante personas que agreden o se resisten a los agentes.
También denuncian «La irresponsabilidad de algunos representantes políticos que con sus comunicados, ayudan a que se diluya el ya de por sí depauperado principio de autoridad, envalentonando más si cabe a los delincuentes en lugar de estar del lado de quienes protegen los derechos de los ciudadanos. Esto no es una cuestión de blancos contra negros o de racismo, tal y como ellos de forma malintencionada pretenden, sino acciones que constituyen delitos y delincuentes,, esa es nuestra única guía de actuación».
La respuesta del Ministerio del Interior de Fernando Grande-Marlaska ha sido justo la contraria a lo solicitado por los sindicatos policiales. Así, la Oficina Nacional de Garantía de los Derechos Humanos (ONGADH), dependiente de la Inspección de Personal y Servicios de Seguridad de la Dirección General de Coordinación y Estudios de la Secretaría de Estado de Seguridad, ha abierto de oficio una información sobre esta intervención policial.
La Oficina, creada en febrero de 2022 a iniciativa de Podemos, tiene como misión velar por el cumplimiento por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado de las normas nacionales e internacionales que garantizan el respeto a los derechos fundamentales de las personas.
La vecina que llamó a la Policía en Lavapiés el día de los hechos, al ver la oleada de críticas e insultos recibidos por los agentes en redes sociales, acudió a la comisaría voluntariamente para declarar como testigo en favor de los policías.
Tras alcanzar el vídeo la categoría de viral, un taxista acudió en las últimas horas a comisaría a denunciar que «sin ningún género de dudas» los dos inmigrantes de las imágenes son los que días antes le robaron su teléfono móvil cuando los trasladaba en su vehículo.