No comas tostadas quemadas. Son un riesgo serio para tu salud y así lo dicen los expertos
Si alguna vez has comido tostadas quemadas, debes saber que estás poniendo tu salud en serio riesgo, tal y como determina la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN). La culpable es la acrilamida, una sustancia química que aparece de manera natural en los alimentos que contienen almidón y se calientan a altas temperaturas.
¡Cuidado con las tostadas quemadas!
Ingerir esta sustancia puede causar tumores, tal y como alerta la agencia, según los resultados de experimentos realizados con animales. Por esta razón, las autoridades sanitarias, tanto españolas como europeas, recomiendan minimizar la exposición a la acrilamida. Así que, si quieres cuidar tu salud, de aquí en adelante, evita en la medida de lo posible comer tostadas quemadas.
«Se forma principalmente gracias a los azúcares y aminoácidos (sobre todo, la asparagina) que están presentes de forma natural en muchos alimentos. El proceso químico causante se conoce como reacción de Maillard, dando lugar a un color y un aroma que resultan organolépticamente apetecibles», según detalla AESAN, tal y como recoge el diario ’20minutos’.
Cabe señalar que eliminar la acrilamida es prácticamente imposible porque aparece de manera natural. Sin embargo, se puede reducir su ingesta con un gesto tan sencillo como controlar el tiempo de cocción. Más allá de las tostadas, a la hora de hacer carne a la parrilla, procura que el alimento en cuestión no entre en contacto con las llamas.
El Instituto Nacional del Cáncer (NCI) señala que esta sustancia química aparece cuando los jugos y la grasa de la carne gotean y se quedan en las llamas. Así, si el alimento entra en contacto con las llamas, se adhiere al mismo.
Es un «posible carcinógeno humano»
Empezó a hablarse de la acrilamida en el año 2022 tras un estudio de la Universidad de Estocolmo, el cual establecía un vínculo directo entre las tostadas quemadas como la principal fuente de esta sustancia.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) la define como un «posible carcinógeno humano». Además, a lo largo de los años se han publicado diferentes estudios que demuestran que es un neurotóxico para los humanos, de manera que podría afectar negativamente al sistema nervioso.
Según una investigación publicada en ‘Frontiers in Nutrition’, ataca a la estructura de las proteínas células nerviosas e inhibe los sistemas antiinflamatorios que las protegen. Por esta razón, la exposición a la acrilamida a largo plazo puede incrementar de manera notable el riesgo de desarrollar enfermedades neurodegenerativas, como la demencia.
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