¿Qué santos se celebran hoy, lunes 8 de julio de 2024?

¿Qué santos se celebran hoy, lunes 8 de julio de 2024? El calendario litúrgico de la Iglesia Católica está lleno de días dedicados a la memoria de santos y mártires que han dejado una profunda huella en la historia del cristianismo. Cada día del año, los fieles recuerdan y honran a estas figuras ejemplares, cuya vida y obra han sido testimonio de fe, sacrificio y amor al prójimo. Hoy, lunes 8 de julio de 2024, no es una excepción, y se conmemoran varios santos cuyas historias inspiran a millones de personas alrededor del mundo.

La veneración de los santos es una práctica antigua en la Iglesia, que busca no solo rendir homenaje a quienes han alcanzado la santidad, sino también ofrecer modelos de virtud para los fieles. Entre los santos celebrados hoy, encontramos figuras de diversas épocas y contextos, desde los primeros siglos del cristianismo hasta tiempos más recientes. A continuación, exploraremos la vida de cuatro de estos santos: San Adriano III, Santa Priscila, San Procopio y el Beato Eugenio III.

San Adriano III

San Adriano III fue el sucesor del Papa Marino I en el año 884, en un período de gran agitación en la historia del papado. Durante su pontificado, adoptó al rey de Francia, Carlomán, como su hijo espiritual y tomó medidas para detener las molestias que el obispo de Nimes causaba a los monjes de la abadía de Saint Giles. Se dice que también impuso severos castigos a Jorge del Aventino, un antiguo cortesano, y a la viuda de otro cortesano que había sido asesinado en el atrio de San Pedro.

En la Roma del siglo IX se cometieron crímenes horribles, y durante su pontificado, el emperador Carlos el Gordo invitó a San Adriano a una dieta en Worms en 885. Sin embargo, el Papa enfermó durante el viaje y falleció en Módena, siendo sepultado en la iglesia abacial de San Silvestre de Nonántola. Aunque su pontificado duró solo catorce o dieciséis meses, se comenzó a venerar como santo en Módena tras su muerte, y su culto fue confirmado en 1891.

Durante su breve pontificado, Roma sufrió escasez y San Adriano hizo todo lo posible por aliviar el sufrimiento del pueblo. Flodoardo, cronista de la diócesis de Reims, lo elogió como padre de sus hermanos en el episcopado. A pesar de que se sabe poco sobre su santidad personal, su labor por aliviar el sufrimiento del pueblo romano durante la carestía fue destacada.

Santa Priscila

Santa Priscila es una figura venerada en la Iglesia primitiva, conocida por su estrecha colaboración con San Pablo en la difusión del cristianismo. Junto a su esposo Aquila, Priscila jugó un papel crucial en el establecimiento de las primeras comunidades cristianas en Roma, Corinto y Éfeso. Su hogar se convirtió en un centro de actividad misionera y enseñanza cristiana, y ambos son mencionados varias veces en las epístolas paulinas.

Priscila y Aquila fueron conocidos por su valentía y hospitalidad, abriendo su casa a los creyentes y a los predicadores del Evangelio. Su dedicación a la causa cristiana es especialmente notable dado el contexto de persecución y hostilidad que enfrentaron. Santa Priscila es recordada por su sabiduría, fe inquebrantable y su papel fundamental en la expansión del cristianismo en sus primeros días.

San Procopio

La historia de San Procopio culmina en los albores del siglo IV, en un contexto de creciente persecución hacia los cristianos bajo el reinado del emperador Diocleciano. Este periodo se caracterizó por la emisión de decretos cada vez más hostiles hacia la comunidad cristiana, lo que desencadenó un clima de persecución abierta en todo el Imperio Romano.

En medio de esta adversidad, muchos cristianos cedieron ante la presión y renegaron de su fe por temor a represalias. Sin embargo, Procopio se mantuvo firme en su devoción, demostrando una profunda lealtad hacia Jesucristo. Nacido en Scitopolis y posteriormente radicado en Jerusalén, su vida se apartaba del estilo de vida mundano, mostrando un compromiso espiritual que lo llevó a vivir de manera austera y ascética.

Además de su devoción personal, Procopio asumió responsabilidades dentro de la comunidad cristiana, desempeñando roles como lector en la iglesia, exorcista y traductor oficial de la liturgia. Su valentía y compromiso se pusieron a prueba cuando fue trasladado a Cesarea, donde enfrentó la feroz persecución desatada por el gobernador Flaviano.

Ante las demandas del gobernador de rendir culto a los dioses paganos, Procopio se negó rotundamente, lo que desencadenó su condena a muerte por decapitación. Sin embargo, su valentía inspiró a otros cristianos en Cesarea, quienes también se declararon abiertamente como seguidores de Jesucristo, desafiando las imposiciones religiosas del gobierno romano.

Beato Eugenio III

El Beato Eugenio III, nacido como Bernardo de Pisa, fue Papa desde 1145 hasta su muerte en 1153. Antes de su elección al papado, Eugenio fue monje cisterciense y discípulo de San Bernardo de Claraval, quien influyó profundamente en su espiritualidad y visión reformista. Su pontificado estuvo marcado por esfuerzos significativos para reformar la Iglesia y mantener la paz entre las potencias cristianas.

Eugenio III convocó la Segunda Cruzada, aunque esta empresa no tuvo el éxito esperado. A pesar de los desafíos, su liderazgo se destacó por un enfoque pastoral y un fuerte impulso hacia la renovación espiritual del clero y la vida monástica. Fue beatificado en 1872 por su vida piadosa y su dedicación a la Iglesia. El legado del Beato Eugenio III perdura como un ejemplo de liderazgo humilde y devoto servicio a Dios.

Otros santos que se celebran el 8 de julio

Junto a los mencionados, el 8 de julio se celebra también a estos otros santos:

• Santos monjes abrahamitas
• San Áquila
• San Auspicio de Toul
• San Disibodo de Renania
• San Quiliano de Herbipoli