La multa que te pondrán si frenas delante de un radar

En la actualidad, la Dirección General de Tráfico (DGT), tiene 1.325 radares móviles, 780 radares fijos y 92 radares de tramo repartidos por toda la geografía española. Son los últimos datos publicados por el organismo en 2022. Teniendo en cuenta que el exceso de velocidad es la infracción más común en las carreteras, la DGT mantiene una intensa vigilancia.

Multa por frenar delante de un radar

Frenar ante la presencia de un radar es algo muy frecuente entre los conductores para evitar la multa, pero este gesto también conlleva una sanción y, además, puede resultar peligroso. Los nuevos radares de la DGT, que cuentan con tecnología de vanguardia, pueden identificar la velocidad a la que circulan los vehículos incluso antes de pasar frente a ellos.

El artículo 53 del Reglamento General de Circulación establece lo siguiente: «Salvo en caso de inminente peligro, todo conductor, para reducir la velocidad de su vehículo, deberá cerciorase de que puede hacerlo sin riesgo para otros conductores y estará obligado a advertirlo previamente, sin que pueda realizarlo de forma brusca, para que no produzca riesgo de colisión con los vehículos que circulan detrás del suyo».

Para evitar que los vehículos frenen ante la presencia de un radar, la DGT ha impuesto una multa de 200 euros por considerar este gesto una infracción de carácter grave.

Radar en cascada

¿Has oído hablar de los radares en cascada? Se trata de colocar un radar móvil varios kilómetros después de otro fijo. De esta manera, si los conductores vuelven a acelerar tras superar el primer dispositivo, el segundo, que no se percibe con tanta facilidad, entra en acción.

Es un nuevo método de la DGT para cazar a los infractores. Al colocar dos radares casi seguidos, las autoridades pueden azar a los conductores que tienen como costumbre frenar ante la presencia del radar fijo y, justo después, volver a acelerar para seguir circulando por encima del límite de velocidad establecido para la vía.

Radar de tramo

En cuanto a los radares de tramo, operativos desde 2010, pueden tener varios kilómetros de longitud. Tal y como explica la DGT, «en realidad no son radares propiamente dicho, como los cinemómetros. Se trata de un sistema de cámaras que graban de forma continua, se identifica la matrícula de cada vehículo a la entrada y a la salida del tramo. Un ordenador relaciona las matrículas iguales, comprueba las tiempos de paso y calcula la velocidad media del vehículo».

Cuando la velocidad media del recorrido está por debajo del límite establecido, no hay infracción. Pero, cuando la velocidad media sí supera el límite, se trata de una infracción, de forma que se tramita la denuncia.