Gwyneth Paltrow revela las consecuencias que tuvo su viaje a España cuando tenía 15 años
Gwyneth Paltrow tiene 52 años y ha recordado uno de los grandes momentos de su vida
La actriz y cantante estadounidense ganó un Oscar y un Globo de Oro
Realizó un viaje a nuestro país que marcó un antes y un después en su trayectoria
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Mucho antes de convertirse en una de las actrices más influyentes de Hollywood, Gwyneth Paltrow vivió una experiencia en España que acabaría dejando una huella imborrable en su vida. Con apenas 15 años, cuando todavía estaba lejos de imaginar que algún día recogería un Oscar, la joven californiana se embarcó en un programa de intercambio que la llevó a vivir en Talavera de la Reina, en la provincia de Toledo. Aquellos meses no fueron una simple anécdota en su adolescencia, sino un punto de inflexión vital que ella misma recuerda con emoción décadas después.
En un reciente episodio del pódcast de su marca Goop, la intérprete compartió con sus oyentes cuánto le marcó aquel primer contacto con España. No se trató solo de una estancia de verano ni de unas vacaciones familiares: fue un descubrimiento cultural profundo, una convivencia con una familia local que, incluso a día de hoy, sigue formando parte de su círculo afectivo. En sus propias palabras, aquel viaje «cambió por completo mi vida, mi visión del mundo».
Las consecuencias de su viaje a España
La actriz ha convertido su amor por España en una constante de su vida personal y profesional. En el mismo pódcast, explicó que siempre ha soñado con poder pasar una temporada más larga aquí junto a su familia. Su deseo de volver no es un simple capricho: «Pensé que si alguna vez tenía la suerte de conseguir un pequeño lugar en Europa, sería en España, porque fui estudiante de intercambio en España cuando tenía 15 años».
No sorprende, por tanto, que su perfil de Instagram esté salpicado de referencias a nuestra cultura. No es raro verla cocinando recetas tradicionales como la tortilla de patatas con chorizo o hablando en un español fluido que aprendió con cariño desde la adolescencia. Incluso la niñera que eligió para cuidar a sus hijos Apple y Moses era española, con la intención de que ellos también crecieran familiarizados con el idioma y las costumbres que tanto la fascinaron a ella durante su juventud.
La relación de Paltrow con España ha sido, además, correspondida con cariño por parte de la sociedad española. En 2003 fue nombrada hija predilecta de Talavera de la Reina, el municipio donde vivió durante su etapa de intercambio y donde aún mantiene lazos personales. A pesar de la enorme popularidad que ha alcanzado en la industria cinematográfica, nunca ha perdido la cercanía con aquella familia que la acogió cuando no era más que una adolescente curiosa por el mundo.
Ese reconocimiento institucional vino acompañado del afecto popular. Desde que se dio a conocer su historia, ha sido habitual que los medios españoles recojan sus visitas esporádicas a ciudades como Madrid y Barcelona, donde ha viajado a menudo acompañada por su marido, el productor Brad Falchuk. También ha encontrado en Mallorca un lugar especial para descansar en verano, donde disfruta del mar Mediterráneo y de las tradiciones locales con una naturalidad que revela que no se siente extranjera, sino parte del paisaje.
El paso de Gwyneth Paltrow por España
España no sólo le enseñó un idioma. También le ofreció una nueva manera de entender el tiempo, la vida familiar y la historia. En una entrevista de 2009, la actriz reflexionaba sobre las diferencias entre su país natal y el nuestro con una perspectiva reveladora: «Es tan diferente a Estados Unidos. Me parecía que había una historia, y los edificios… tienen años y años y años. Aquí en Estados Unidos un edificio viejo es como de 17 años, allá es de 500 a.C, es increíble».
Pero lo que más le impactó no fueron solo los vestigios históricos ni la arquitectura, sino el ritmo de vida, esa cadencia tranquila tan característica del estilo mediterráneo. «Me parece que disfrutan un poquito más la vida. No están corriendo tanto como en Nueva York, disfrutan el tiempo con la familia», añadió. Esta impresión que captó siendo adolescente parece haberse quedado grabada en su manera de vivir, y puede verse reflejada incluso en sus decisiones profesionales y personales, como el haber fundado una empresa de estilo de vida enfocada en el bienestar y la salud emocional.
En 2008, Gwyneth Paltrow volvió a recorrer España con un nuevo enfoque, esta vez como parte del equipo del programa Spain… on the road again. Acompañada del chef Mario Batali, el crítico culinario Mark Bittman y la actriz Claudia Bassols, viajó por diversas regiones del país para explorar su gastronomía y sus tradiciones. El proyecto fue más que un documental turístico: era una declaración de amor por una tierra que siempre ha sentido como propia.
Resulta difícil pensar en otra actriz de Hollywood con un vínculo tan profundo y duradero con España como Gwyneth Paltrow. Lo que comenzó como una experiencia de intercambio ha ido tejiendo una relación que ha sobrevivido al paso de los años, a los cambios de pareja, a los retos profesionales y a las nuevas etapas de su vida. Cada regreso es un reencuentro con algo esencial, un recordatorio de que los lugares que nos transforman nunca se van del todo, aunque nos alejemos físicamente.
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