Giro inesperado en la vida de Alejandra Rubio y Carlo Costanzia: el paso que han dado por el bien de su hijo

La vida de Alejandra Rubio y Carlo Costanzia ha dado un nuevo giro en pleno verano. En medio de sus primeras vacaciones como padres, la pareja ha optado por incorporar a una niñera en su día a día. Una elección que no ha sido fruto de la improvisación. Estamos hablando del resultado de una planificación cuidadosa que demuestra su voluntad de criar a su hijo en un entorno tranquilo, organizado y afectivo. Con este gesto, los dos jóvenes dejan atrás la idea de unas vacaciones sin ayuda externa y apuestan por un modelo de convivencia más flexible, donde todos encuentren su espacio.

En esta nueva etapa, marcada por el nacimiento de su hijo hace apenas siete meses, Alejandra y Carlo están viviendo un verano muy distinto a los anteriores. Ya no hay espacio para la improvisación constante, los planes repentinos o los viajes sin billete de vuelta. Cada decisión cuenta, y por eso la pareja ha querido pasar unos días de descanso en un entorno familiar y controlado. Ibiza ha sido el lugar escogido para este paréntesis estival, pero lejos de buscar el bullicio o la exposición, se han refugiado en una villa privada, donde el ritmo lo marca el bebé y no la agenda social.

Tal y como hemos adelantado en LOOK en primicia, Alejandra Rubio fue la primera en llegar a la isla, aterrizando en el aeropuerto de Ibiza el pasado jueves, 10 de julio. Lo hizo acompañada únicamente por su hijo, en un viaje que ha requerido organización y previsión. A su llegada, les esperaba Mar Flores, abuela del pequeño y madre de Carlo, que ya se encontraba en la isla. Su presencia desde antes del aterrizaje demuestra la implicación familiar que rodea esta nueva etapa vital del actor y la influencer. En todo momento se respira una intención común: cuidar al pequeño entre todos.

¿Dónde se ha quedado la pareja?

La pareja se ha instalado en una casa que pertenece a Mar Flores, situada en una zona tranquila, alejada del centro y rodeada de naturaleza. Un espacio amplio y cómodo que les permite moverse con libertad, mantener la privacidad y crear una rutina adaptada al ritmo de su hijo. No han tardado en ser vistos por la zona haciendo la compra o paseando con el carrito, detalles cotidianos que reflejan que no se trata de una simple escapada fugaz.

Todo apunta a que pasarán una temporada larga en la isla. La organización de la casa, la presencia de familiares, la tranquilidad del entorno y ahora la incorporación de una niñera, confirman que estos días no están pensados como unas vacaciones convencionales. Más bien parecen el inicio de una nueva dinámica familiar que puede marcar el estilo de vida que pretenden seguir a medio plazo.

El paso más importante

Entre los muchos cambios que ha traído esta etapa, la incorporación de una cuidadora profesional para su hijo ha sido, sin duda, el más comentado. La presencia de la niñera ha sorprendido a quienes siguen de cerca los movimientos de la pareja, ya que no es frecuente ver este tipo de apoyo en unas vacaciones familiares aparentemente relajadas. Sin embargo, para Alejandra y Carlo ha sido una medida natural y necesaria.

Contar con una niñera les permite organizar mejor los tiempos, alternar responsabilidades y tener momentos de desconexión sin comprometer el cuidado del pequeño. En una etapa tan demandante como la crianza de un bebé, cualquier apoyo profesional se convierte en una herramienta valiosa para mantener la armonía en casa.

El comunicado de Mar Flores

Precisamente ha sido Mar Flores quien ha querido poner el foco en un tema delicado que afecta a toda la familia: la constante presencia de fotógrafos en los alrededores de la casa y durante sus desplazamientos. La modelo y empresaria publicó un comunicado en su perfil de Instagram donde expresó su preocupación por la seguridad de los menores que la acompañan. En su mensaje, recordó un incidente del año anterior con un coche de paparazzi que la siguió saltándose semáforos y alertó de que esta situación se estaba repitiendo.

La presencia de su nieto y de sus hijos menores de edad ha motivado esta reacción, ya que teme que puedan verse expuestos de forma innecesaria. Mar pidió expresamente que, si llegan a publicarse imágenes de los pequeños, se respeten sus rostros y se proceda a pixelarlos. Además, instó a los fotógrafos a extremar la precaución en sus maniobras, para evitar cualquier riesgo durante las persecuciones en carretera o los seguimientos en zonas concurridas.
Sus palabras han sido claras: hay un límite que no debería cruzarse, especialmente cuando hay menores de por medio. Su llamada a la responsabilidad ha sido bien recibida por muchos de sus seguidores, quienes comprenden que la exposición pública no debería comprometer la seguridad de los más vulnerables.