Escuchar y acompañar a los jóvenes con problemas de salud mental en el camino de la inserción laboral

Escuchar y acompañar a los jóvenes con problemas de salud mental en el  camino de la inserción laboral

Los problemas de salud mental no son tangibles, sin embargo, existen y tienen la capacidad de cercenar la normalidad del día a día de las personas que los sufren. Datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), destacan que el 25% las personas (1 de cada 4) vamos a tener un problema de salud mental a lo largo de nuestra vida, y en el 75% de los casos será antes de cumplir los 25 años.

Por tanto, y a tenor de estos datos, podemos decir que los jóvenes son un colectivo en especial riesgo cuando hablamos de bienestar emocional y salud mental. Un riesgo que viene dado por diversos factores, como puede ser una situación traumática en la infancia o una complicada situación socioeconómica, así como problemas de precariedad laboral, la cual dificulta a muchos jóvenes un desarrollo personal y laboral real.

Cada día se habla más de salud mental en todos los entornos, tanto públicos como privados, y de la necesidad de poner más medios que alivien los problemas emocionales de los jóvenes. Y también se trabaja en divulgar la importancia de la inclusión social y laboral de las personas que sufren problemas mentales, no estigmatizarlas, e impulsar programas sociales de prevención, acompañamiento y apoyo.

Este es el caso de Incorpora de la Fundación «la Caixa», un programa que impulsa la inserción laboral de personas con problemas de salud mental y en riesgo de exclusión social, y el cual reivindica la igualdad de oportunidades en el empleo y el papel de las empresas en la normalización de la situación laboral de este colectivo.

Los jóvenes sienten no tener futuro

A Fondo. Cortesía de la Fundación «la Caixa».

Un proyecto con un poder transformador y con impacto real en los jóvenes que están atravesando momentos de malestar emocional, teniendo el empleo como una potente herramienta de ayuda. Datos del Observatorio Social de la Fundación «la Caixa» indican que, entre otros aspectos, la precariedad laboral afecta a la salud mental de este colectivo. De hecho, el 31% de los jóvenes que han sido entrevistados para este estudio afirman que tienen depresión y ansiedad, provocadas por una situación laboral negativa y una sensación de falta de futuro por la inseguridad laboral.

Laia Ferrer, psicóloga clínica y coordinadora del Equipo Guía de la Fundación Vidal i Barraquer y colaboradora del programa Incorpora de la Fundación «la Caixa», dibuja un mapa general de la situación de malestar que atraviesan muchos jóvenes en la actualidad y, además, pone en valor el trabajo de acompañamiento, ayuda, orientación y escucha de los especialistas que como ella participan en este programa social en el camino de la inserción laboral de este colectivo.

En A Fondo, una charla con la periodista Gemma Nierga, Ferrer afirma que, efectivamente, la depresión y la ansiedad son dos de los grandes problemas que tienen los jóvenes en la actualidad, de entre los 16 y los 25 años. «Son formas reactivas a situaciones estresantes que viven en su día a día, como puede ser la separación de sus padres o un cambio de instituto, por ejemplo», apunta.

«El problema», según la especialista, «es cuando este escenario emocional se cronifica, al no encontrar la manera de resolver las dificultades emocionales o las situaciones traumáticas de la infancia y la adolescencia, algunas de ellas leves que, sin embargo, se pueden agravar si no se tratan y permanecer al inicio de la vida adulta». 

En este punto, cabe destacar que sólo el 30% de los jóvenes busca ayuda profesional, de esa cifra, el 56,8% busca amparo en amigos y familia, el 26% pide ayuda profesional, y el 16% restante prefiere buscar ayuda en internet y redes sociales, según el estudio ¿Dónde y cómo buscan ayuda los jóvenes cuando tienen malestar emocional? de la Fundación «la Caixa».

La adolescencia: un tiempo de florecimiento y también de malestar

El suicidio es también un factor que acecha a este colectivo. De hecho, el suicidio es la primera causa de la muerte de los jóvenes de entre 16 y 29 años, y tras este hecho está, principalmente, la depresión. Ésta puede venir a su vez determinada por múltiples factores, como puede ser síndromes post-traumáticos o el acoso escolar, culpable de alrededor de 200.000 suicidios, según datos de la ONU.

Sobre este aspecto, el hecho Ferrer explica que «la adolescencia es una etapa de florecimiento y oportunidades, de mucha actividad; pero también es el momento en el que los jóvenes tienen dudas, malestares y lo expresan haciéndose daño a sí mismos. Por tanto, es cierto que hay un deseo de desaparecer y de morir de los jóvenes, un problema por el que nos debemos preocupar y activar como sociedad».

Ferrer indica, además, que uno de los escenarios donde mejor se puede identificar un problema de salud mental entre los jóvenes son los centros educativos. «El instituto es un espacio donde podemos observar muchas dificultades, las cuales muchas veces son captadas por los propios compañeros, los amigos e, incluso, los profesores», apunta Ferrer.

Por ello, Ferrer insta a padres, amigos y comunidad educativa a estar alerta y poner atención con el fin de identificar problemas de malestar de los jóvenes y poder poner en marcha un protocolo de ayuda adecuado a cada uno de ellos. «Debemos observar si hay cambios bruscos en su comportamiento, si han dejado de lado los temas que les interesaban y ahora, de repente, frenan sus relaciones sociales, se aíslan y no disfrutan de sus actividades». En el caso de los profesores, Ferrer detalla que deben ver «si los alumnos están más apagados y más huraños, y si ha bajado el rendimiento escolar».

El poder transformador de un empleo

Cortesía de la Fundación «la Caixa».

Ferrer, en su charla A Fondo de la Fundación «la Caixa», también hace alusión a la desigualdad de oportunidades entre los jóvenes que tienen problemas de salud mental y/o proceden de un contexto en riesgo de exclusión social. «A las experiencias traumáticas, como situaciones de abuso y maltrato, también hay otro elemento que marca el desarrollo personal y laboral de los jóvenes, y es que las situaciones socioeconómicas que condicionan mucho el bienestar emocional», explica. «Un chico con dificultades académicas y que sus padres no tengan la posibilidad de recibir ayudas psicopedagógicas, está en una desventaja con respecto al resto de chicos», añade.

Por ello, Ferrer destaca la gran labor del programa Incorpora Salud Mental de la Fundación «la Caixa» a la hora de poner en contacto a los jóvenes con las empresas, dándoles una oportunidad de desarrollarse, tanto desde el punto de vista laboral como personal. Argumenta Ferrer que el tener un empleo ayuda a este colectivo a mejorar y a tener más estabilidad en su día a día y conseguir más autonomía e independencia: «El mundo laboral hace más sólidos aquellos hábitos que trabajamos con los jóvenes con problemas de salud mental desde la red de asociaciones con las que trabaja Incorpora».

Según Ferrer, además, este intercambio entre empresas y jóvenes es un beneficio para ambos, así como para la sociedad en general. «Los chicos que consiguen un empleo sienten mucha ilusión y motivación extra porque saben que están consiguiendo una oportunidad importante y eso se transmite, por ejemplo, a la hora de colaborar con los equipos», detalla.

En esta línea, la psicóloga rememora la historia de una chica «muy joven» que abandonó todos sus proyectos por su malestar emocional; pero con ayuda y gracias a tener un empleo ha conseguido una evolución muy positiva que llena de satisfacción a los profesionales que han le han acompañado en el camino. «Desde hace un año su objetivo era tener un trabajo, lo ha conseguido y eso ha hecho que mejoren sus hábitos de sueño e higiene, y que, además, conozca a gente con la que comunicarse de otra forma. Estamos muy contentos con su crecimiento», relata Ferrer.

Sólo este año, Incorpora Salud Mental de la Fundación «la Caixa» ha atendido a 5.300 personas en 2024 y ha conseguido alrededor de 2.000 inserciones sociolaborales en 1.200 empresas en toda España. «El papel de este programa es muy importante, permiten encajar las necesidades de las empresas con las capacidades de los jóvenes», determina Ferrer.

La importancia de la sensibilización

A Fondo. Cortesía de la Fundación «la Caixa».

Desde Incorpora, además de la conexión entre empresas y jóvenes en materia de empleo, también se desarrollan trabajos de divulgación y sensibilización con el fin de romper las barreras a las que se enfrentan las personas que sufren de depresión, ansiedad y otros problemas asociados a la salud mental.

Derribar y hacer desaparecer estigmas que, en muchas ocasiones, son un obstáculo a la hora de encontrar un empleo. «Intentemos abandonar conductas estigmatizantes para favorecer un mejor futuro como sociedad», concluye Ferrer.

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