«Diana Quer sí subió en mi coche»
¡Por fin habíamos dado con él! Llevábamos varios días tratando de encontrar al dueño del Audi negro que tal y como apuntaba Interviú podría tener interés policial. Las pistas nos llevan hasta un joven que en principio se muestra reacio a acudir a nuestra cita, que ha sido concertada por uno de sus mejores amigos. Cuando por fin nos vemos nos asegura que él no tiene ese coche y que el dueño es su hermano. Le convencemos para que le llame y éste se presenta en el restaurante, cerrado al público más de una hora antes pero que su dueño nos cede amablemente como improvisado plató de televisión.
“A mí todo esto me parece de locos. Todo esto es una cosa de locos. Será cualquiera que abrió algo la boca, pero abrir la boca…”. Son las primeras palabras con las que nos saluda el verdadero propietario del famoso Audi en el que los agentes saben que viajó Diana.
¿Diana tenía una relación con tu mejor amigo?, le preguntamos tras conocer este vínculo entre la chica y otro joven de la zona. “No, qué va. Para nada. Lo que pasa es que se intercambiaron los teléfonos el día que la conocimos, que sería un día o dos días antes de que desapareciese, pero novios para nada. Que él ya fue allí a declarar también por eso. Y yo tuve que ir dos veces para aclarar qué relación tenía con Diana, nada sobre el día de la desaparición. Desde cuándo la conocía, qué relación teníamos… y relación teníamos de haber pasado 45 minutos con ella, no creo que fueran más. Incluso a este amigo mío le hicimos bromas días después cuando vimos la noticia, porque no nos podíamos imaginar todo esto que se ha montado”.
¿Bromas?, le cortamos. “Sí. En plan: Eh, a ver dónde tienes a la chica. No vayas a pedir ahora un rescate… Pero no podíamos imaginar esto.”
No tenían una relación, insiste. Y la pregunta es obligada. Entonces: “¿Diana Quer tampoco subió a tu coche?” “Sí, sí subió en mi coche. Ese mismo día que se dieron los teléfonos, mi colega y yo recogimos a Diana, a su hermana Valeria, que venía con su novio. Que resulta que ese chaval no aparece por ningún sitio y venía en el coche con nosotros. A mí me preguntaron su nombre los guardias civiles y no tenía ni idea, ni tampoco me acordaba del nombre de ella hasta que lo vi en televisión”.
El joven habla ahora sobre su coche y ríe comentando la opción de venderlo a mejor precio ya que algunos medios lo han catalogado como un modelo ‘vintage’. Le ofrecemos la posibilidad de grabar la entrevista en vídeo y se muestra decidido a mostrar ante las cámaras el Audi más comentado, así como a llamar a su amigo para que veamos que nada tienen que ver en la desaparición ni su coche ni él. Que sencillamente el azar hizo que la joven se fijase en ellos para pasar un rato de risas en un bar de la localidad.
Cuando nos disponemos a montar el set de grabación, recibe la llamada de alguien que le desaconseja dar la cara para evitar levantar más expectación sobre ellos en una villa en la que todos se conocen y que no está acostumbrada a vivir sucesos como la desaparición de Diana Quer. Se despiden a toda prisa y se marchan con la duda de si hemos incumplido nuestro pacto de no grabarlos en vídeo. No hubo cámaras. Sólo palabras. Sabemos que nos quedan muchas jornadas de trabajo en La Puebla y queremos seguir trabajando con la soltura y la confianza que nos han brindado en los más diversos ambientes del municipio.
El dueño del Audi, que no nos autoriza tampoco a publicar su nombre ni el de ninguno de sus amigos, sí nos reconoce que han tenido que declarar ante los investigadores y que han mantenido relación con Diana Quer, aunque eso sí, muy esporádica. Diana montó en su coche, pero según lo que nos explica -con reservas- no fue el día en que desapareció sino uno o dos días antes, en un contexto de fiesta y en un bar del pueblo.
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