La Conferencia Episcopal reconoce los abusos sexuales y anima a «reconocer los pecados sin pretextos»

Ricardo Blázquez ha pedido que no se "encubran" los casos de abusos sexuales en la Iglesia y ha asegurado su "firme decisión de erradicarlos.

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Blázquez reconoce la "honda conmoción" causada por abusos en la Iglesia.

El presidente de la Conferencia Episcopal Española y arzobispo de Valladolid, el cardenal Ricardo Blázquez, ha reconocido la «honda conmoción» y el «comprensible escándalo» causado por los casos de «abusos» cometidos por el clero. También ha pedido que no se «encubran» y ha asegurado su «firme decisión de erradicarlos», pero ha rechazado abrigar «sospechas sin fundamento».

«La Iglesia reconoce abiertamente los abusos de diversa índole y tiene la firme decisión de erradicarlos; también agradece la dedicación paciente de tantos cristianos, ministros, consagrados y laicos. No es legítimo abrigar sospechas sin fundamento», ha subrayado el presidente de la CEE, Ricardo Blázquez, este lunes 19 de noviembre durante su discurso inaugural de la CXII Asamblea Plenaria de los obispos.

Antes de citar algunos apartados del documento final del Sínodo de los Obispos sobre este asunto, el arzobispo ha asegurado que es un tema que les viene «ocupando y preocupando». «Me refiero a los abusos, a la honda conmoción y el comprensible escándalo que han suscitado», ha indicado.

En este sentido, ha agregado que «no se deben encubrir los abusos ni darles una respuesta equivocada» y ha señalado que deben reconocer sus «pecados» ante Dios y ante los hombres «sin pretextos».

Además, ha advertido del «daño» que causa no solo a nivel «individual» sino también a la Iglesia. «Nos acogemos todos a la misericordia inmensa y eterna de Dios», ha precisado.

Ni medallas ni caso omiso

Por otro lado, en relación a los 40 años de la Constitución Española, el presidente de los obispos ha precisado que no quieren ponerse «medallas» pero ha destacado la «colaboración eficaz» de la Iglesia en la transición a la democracia por lo que ha reclamado que tampoco sean «preteridos», es decir, que se les haga caso omiso.

Asimismo, ha calificado el texto constitucional como «monumento señero» de la historia de España que «selló la reconciliación de todos los españoles» pero ha avisado de que este no está «petrificado» sino abierto a reformas.

«La misma Constitución ha previsto el procedimiento para que el texto fijado no se petrifique sino que esté abierto a las oportunas reformas y actualizaciones. La Constitución ha tenido vigencia durante varios decenios; unas generaciones ejercieron entonces la responsabilidad primera; pero su alcance se extiende a las generaciones presentes y futuras», ha matizado.

Además, ha asegurado la intención de la Iglesia de seguir participando en la democracia. «Los católicos estamos satisfechos de haber prestado la ayuda que estaba en nuestras manos, nos sentimos bien integrados en el sistema democrático y es nuestra intención continuar participando, desde nuestra identidad. Ni deseamos ponernos medallas ni queremos ser preteridos», ha enfatizado.

Por otro lado, el presidente de los obisposha puesto de manifiesto la «penuria vocacional» que vive la Iglesia en España y ha invitado a contrarrestarla con un «cultivo más intenso de la iniciación cristiana».

Además, ha pedido no entender la vocación como «oferta de mano de obra» para cubrir puestos vacantes en la Iglesia. Acerca del Sínodo de los Obispos sobre los jóvenes, Blázquez ha concluido que «no es de recibo ni el paternalismo ni el autoritarismo» para acercar a los jóvenes a la Iglesia y ha propuesto poner en práctica la participación de los jóvenes en las parroquias españolas.

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