La activista vegana que quería impedir que «los gallos violen a las gallinas» trabajó once años en un matadero
¿Recuerdan el vídeo en el que dos peculiares miembros de la asociación Almas Vegas querían concienciar a la población sobre el maltrato animal impidiendo, decían, «que los gallos violen a las gallinas»?
Pues una de sus protagonistas ha confesado su pasado, un historial que no tendría nada de particular si no fuera porque en su caso resulta del todo llamativo. Fanny, así se llama esta fundadora de Almas Veganas Santuario Animal, y que en los últimos días se ha convertido en una figura televisiva, se ganó la vida durante varios años trabajando nada más y nada menos que en un matadero de cerdos.
Así es, ella misma lo ha explicado esta misma semana en el programa ‘Espejo Público’. Contó que durante once años trabajó en una sala de despiece en un matadero. «Es un lugar donde convierten a los animales en productos. Yo en aquella época no era consciente porque este sistema normaliza el uso de animales». Ante la mirada de Susanna Griso, explicó que «para mí era un objeto, como le pasa a mucha gente que consume animales».
Siguió su relato contando su cambio. «Una vez vemos lo que hay detrás cuando compras en un súper cualquier trozo de animal, nunca pondrán la imagen de un matadero sino de animales libres, como si estuvieran felices, todas podemos cambiar y adoptar una vida ética». Un estilo de vida que, en su caso, pasa por protagonizar vídeos como el famoso en el que impiden que los «gallos violen a las gallinas» e insistir en que «no necesitamos comer animales, de hecho, crea enfermedades, no es natural».
Eso sí, Fanny dijo en el mismo programa que «no buscamos que nada se haga viral. Es verdad que ha habido una ola fascista y transfóba, pero es un reflejo de la sociedad en la que se vive, que es muy discriminatoria».
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