Juego de Tronos: Los mejores momentos de la séptima temporada

Juego de Tronos
La séptima entrega de la serie ha recibido también multitud de críticas por sus elipsis temporales.

Tras dejar pasar un tiempo prudencial, ha llegado el momento de hacer un repaso por las escenas más míticas e impresionantes de la séptima temporada de Juego de Tronos. Esta pasará a la historia por ser la más emocional de todas. La mayoría de personajes han vivido momentos de suma importancia para el desarrollo de la trama, la misma que ya se encuentra encauzada hacía el desenlace final de la historia. Es cierto que la serie ha mantenido sus puntos de referencia habituales: batallas de gran envergadura, muertes inesperadas y giros drásticos en el argumento.

Sin embargo, los protagonistas han experimentado también la buena fortuna, con nuevos y complicados romances, reencuentros más que deseados por la audiencia o alianzas que vaticinan un futuro prometedor. Todos y cada uno de estos instantes han hecho de Juego de Tronos una producción todavía más espectacular. A continuación, los mejores de esta última entrega.

Un regreso triunfal

La pequeña de los Stark siempre ha demostrado su gran potencial. La venganza ha sido el motor que ha llevado a Arya hasta el punto en el que ahora se encuentra y que alcanzó su cumbre con el mejor comienzo de temporada de la historia. Tras acabar con la vida de Walder Frey en la sexta entrega, Arya utiliza sus poderes para hacer desaparecer la casa que traicionó a su familia en el pasado. Sin duda, estamos ante una de las secuencias más impactantes de la ficción.

El encuentro más esperado

¿Quién no deseaba con todas sus fuerzas que Jon y Daenerys compartieran plano de una vez por todas? Este momento tuvo lugar en una tensa reunión que descubrió los objetivos estratégicos de ambos personajes. Un primer encuentro que finalmente desembocó en una de las alianzas más potentes y prometedoras de todo Poniente. La misma que ha conseguido que nos mantengamos pegados a la pantalla con sus miradas furtivas y declaraciones de lealtad.

Te echaremos de menos

Nunca un personaje se ha despedido de la audiencia de manera más digna y honorable. En la muerte de Olenna Tyrell, una de las figuras más populares de la serie, la violencia dejó paso al orgullo y el decoro, con confesión de asesinato incluida. Esta escena puso fin a uno de los reinos más prósperos de Westeros e hizo más evidente la decadencia de una unión que prometía el éxito de Daenerys en su conquista del Trono de Hierro.

El Norte vuelve a estar unido

El reencuentro de los hermanos Stark era uno de los momentos más esperados por los fans y, afortunadamente, ha tenido lugar en apenas tres episodios. Ninguno de los hijos de Ned Stark vuelve a casa siendo el mismo. Todos han experimentado un cambio radical en sus habilidades y su personalidad, convirtiéndose en el mejor equipo posible para defender Invernalia.

Cuidado con los Dothraki

El cuarto episodio de la temporada trajo consigo la batalla más épica y salvaje de esta última entrega. Por fin pudimos ver en plena acción a la gran horda de dothrakis, un escuadrón que no teme a nada ni a nadie. Y mucho menos si llega en compañía de un inmenso y majestuoso dragón. Además, presenciamos también la primera escena conjunta de dos de los personajes protagonistas: Jaime Lannister y Daenerys Targaryen.

Se cumplen nuestros peores presagios

La muerte de Viserion era algo que muchos de los seguidores de Juego de Tronos ya esperaban. Sin embargo, verlo finalmente en pantalla fue mucho más doloroso de lo que pensábamos. Un sentimiento que se acrecentó tras su transformación. Esta escena, además, trajo consigo multitud de teorías y especulaciones sobre la auténtica identidad del líder de los caminantes blancos.

La Gran Guerra ha llegado

Más de una decena de personajes principales se reunieron en Pozo Dragón para intentar pactar una tregua temporal ante la inminente batalla contra los no muertos. Tensión e incomodidad a raudales, en una escena que consigue mostrar el miedo y la vulnerabilidad de una mujer como Cersei, la asesina más despiadada de los Siete Reinos. Vemos a un grupo de personas que se odian entre sí, obligadas a aparcar sus diferencias ante una amenaza más fuerte que su ambición.

La ejecución de Meñique

Esta es quizás una de las muertes más deseadas por la audiencia. Tras enfrentar y enemistar a casi todas las casas de Poniente, Lord Baelish debe afrontar su destino de la mano del que él mismo considera su único amor. Sansa Stark demuestra a sus aliados que ha nacido para ser la señora de Invernalia, acabando con el hombre que durante toda la temporada ha intentado alejarla de su hermana. Una secuencia memorable que revela la cara oculta de un personaje caracterizado siempre por su frialdad.

Su nombre es Aegon Targaryen

Las cosas se complican para la familia Targaryen. Bran por fin confiesa a Sam la verdadera identidad de Jon, cuyo auténtico nombre es Aegon Targaryen, el legítimo sucesor al Trono de Hierro. Una posición que el espectador descubre al mismo tiempo que la relación incestuosa entre este y su tía biológica. Un encuentro apasionado y desconcertante a partes iguales. ¿Qué ocurrirá cuando ambos descubran su parentesco?

La caída del Muro

El broche de oro a una temporada que siempre permanecerá en nuestra memoria. El Señor de la Noche llega hasta el Muro a lomos de un Viserion más implacable que nunca. Gracias al potente rayo de hielo que ahora desprende la criatura, los caminantes blancos consiguen destruir el único punto de apoyo que durante siglos ha protegido Poniente.

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