¿Soy alcohólico?: expertos describen cómo reconocer las señales de una adicción
La Patología Dual es un fenómeno complejo que aparece en el 60% de las personas con problemas de adicciones
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Expertos han advertido sobre el creciente problema del alcoholismo en nuestra sociedad y la dificultad de identificarlo a tiempo. En el Día Mundial sin alcohol (15 de noviembre), desde la Clínica López Ibor, institución de referencia en la salud mental y el tratamiento de adicciones, destacan que este trastorno, que muchas veces se confunde con el consumo social, tiene serias implicaciones para la salud física y mental, especialmente cuando se asocia a la Patología Dual, donde una adicción como el alcoholismo se combina con otros trastornos mentales.
«La adicción al alcohol es un proceso lento, muchas veces invisible, en el que la persona no siempre es consciente de su dependencia», explica el Dr. Ignacio Basurte, director médico de esta clínica. Conocer las señales tempranas y las consecuencias de esta enfermedad es fundamental para poder abordarla a tiempo y evitar graves consecuencias para la salud.
¿Cómo saber si se es alcohólico?
Las 10 señales clave
Es posible que alguien no identifique su consumo como problemático. La Dra. Marta Soto, especialista en adicciones, advierte sobre 10 señales que pueden indicar un problema con el alcohol: Consumo excesivo y en cualquier ocasión: beber en cualquier evento o incluso a solas, sin control. Normalizar el alcohol: justificar que beber cerveza o vino “no cuenta” como consumo.
Deseo de beber constantemente: una necesidad permanente de alcohol.
Ausencia de control: Falta de límites al consumir, incluso en momentos inapropiados.
Alteración de conducta: actitudes violentas o agresivas, tanto sobrio como ebrio.
Falta de interés por actividades habituales: abandono de hobbies y proyectos.
Ruina social: pérdida de relaciones significativas por buscar otros bebedores.
Síndrome de abstinencia: ansiedad, fiebre, temblores al dejar de beber.
Intentos fallidos de dejar el alcohol: imposibilidad de mantener la abstinencia.
Riesgos laborales y sociales: falta de control que afecta la vida laboral y personal.
Alcoholismo y Patología Dual: el desafío de la salud mental y la adicción
La Patología Dual es un fenómeno complejo que aparece en el 60% de las personas con problemas de adicciones, según datos de la clínica. «En estos casos tratamos tanto la adicción como el trastorno mental de manera simultánea para asegurar una recuperación más efectiva», indica el Dr. Basurte.
Efectos del alcohol en el cerebro y el cuerpo: destrucción silenciosa. El consumo excesivo de alcohol no sólo afecta al comportamiento, sino que impacta gravemente en el cerebro y el cuerpo.
En el cerebro: el alcohol altera áreas clave como la corteza orbitofrontal y la ventromedial, afectando la capacidad de inhibición, regulación emocional y toma de decisiones.
A largo plazo: puede ocasionar trastornos de personalidad, demencia y aumenta el riesgo de comportamientos violentos y delictivos.
En el cuerpo: en etapas tempranas causa descoordinación y somnolencia, mientras que a largo plazo contribuye a problemas cardiovasculares, disfunciones sexuales y enfermedades mentales.
Claves para enfrentar el alcoholismo: el camino a la recuperación es posible.
El primer paso es reconocer que se tiene un problema y estar dispuesto a buscar ayuda profesional.
¿Cómo superar la adicción al alcohol?
Un enfoque integral y personalizado es clave. Hay programas para el tratamiento de adicciones como el alcoholismo se basa en los siguientes pilares:
Evaluación y diagnóstico personalizado: un diagnóstico completo para adaptar el tratamiento.
Terapia individualizada: terapias especializadas para trabajar los patrones de comportamiento y abordar la Patología Dual, si está presente.
Apoyo farmacológico: en casos de abstinencia, el soporte médico es fundamental para reducir el riesgo.
Terapias grupales y de apoyo mutuo: sesiones con personas en la misma situación para compartir experiencias y recibir apoyo.
Desarrollo de habilidades de afrontamiento: técnicas para lidiar con el estrés y prevenir recaídas.
Planificación y seguimiento a largo plazo: establecer metas realistas y ofrecer apoyo a largo plazo en su reinserción social.
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