Así se relacionan el café y el sueño
Fact checked
Este artículo de OkSalud ha sido verificado para garantizar la mayor precisión y veracidad posible: se incluyen, en su mayoría, estudios médicos, enlaces a medios acreditados en la temática y se menciona a instituciones académicas de investigación. Todo el contenido de OkSalud está revisado pero, si consideras que es dudoso, inexacto u obsoleto, puedes contactarnos para poder realizar las posibles modificaciones pertinentes.
Todas las mañanas, nada más levantarse, millones de personas se toman una taza de café para comenzar con energía la jornada. Se ha convertido en todo una rutina ya sea por placer o simplemente por necesidad. Sin embargo, esta bebida repercute de manera importante sobre la calidad del sueño, sobre todo por la presencia de la cafeína, que está presente en los granos de café, en el cacao y en el té. Es de sobra conocida su capacidad para ayudarnos a mantenernos despiertos, pero también cuenta con importantes repercusiones sobre nuestro reloj interno. Así se relacionan el café y el sueño.
- La cafeína detiene el efecto de somnolencia: esto se produce porque la cafeína es capaz de imitar el funcionamiento de un químico cerebral denominado adenosina. Las moléculas de adenosina llegan a provocar modorra e inducen al sueño cuando se unen con receptores específicos. La cafeína será la encargada de contener a estos receptores de adenosina.
- La cafeína ayuda a acelerar el proceso de ciertas tareas, sobre todo cuando una persona se encuentra más cansada de lo habitual. Sus efectos se desvanecen una vez que se toma café de manera frecuente y se empieza a tolerar la cafeína.
- Los efectos de la cafeína se empiezan a notar una vez que transcurra media hora desde que se tomó el café. Pueden llegar a prolongarse hasta seis horas.
- El consumo de esta bebida puede ayudarnos a mantenernos despiertos, pero también hay que valorar el efecto negativo. Distintos estudios han mostrado que después de tomar café el sueño se acorta y se altera más. La tasa de sueño ligero y profundo se trastorna, y la calidad es mucho menor.
- Los efectos son más intensos a partir de mediana edad. Por eso ocurre que cada vez son más las personas de más de 40 años las que ya no toman café para irse a la cama. Saben que puede afectar de manera importante sobre la calidad del sueño.
- Hay personas más susceptibles que otras a los efectos de la cafeína: alguien que no esté acostumbrado a consumir bebidas con cafeína notará mucho más los efectos que otro que sí lo haga a diario. Se ha identificado además un gen que convierte a ciertos individuos más sensibles a los efectos de la cafeína.
- Afecta a nuestro reloj interno: un estudio realizado recientemente ha desvelado que la cafeína puede llegar a retrasar unos 40 minutos el reloj interno de las personas, que supone que nos dormiríamos 40 minutos más tarde de lo normal. Esto afectaría también a la hora de levantarnos. Los resultados de este informe, que estuvieron dirigidos por el Laboratorio de Biología Molecular de Cambridge en Reino Unido y la Universidad de Colorado en Estados Unidos podrían resultar muy válidos en el futuro para manejar distintas alteraciones como el jet lag y otros trastornos del sueño.
En el caso de que a una persona le guste el café y su sueño se vea alterado por el ello, lo que se recomienda es que la última taza la consuma al menos seis horas antes de acostarse.