Ni gorra ni abanico: lo que deben vestir los mayores de 65 años para evitar los golpes de calor en verano

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Los golpes de calor representan una de las urgencias médicas más comunes durante el verano, especialmente en personas mayores. La combinación entre temperaturas elevadas, humedad y una vestimenta inadecuada puede desencadenar este cuadro, caracterizado por una alteración de la regulación térmica del organismo.
Con el envejecimiento, el cuerpo pierde eficacia para detectar el calor y desencadenar las respuestas necesarias para disiparlo, como la sudoración. Esta situación se agrava en quienes presentan enfermedades crónicas, movilidad reducida o toman ciertos medicamentos. Por eso, la ropa que se utiliza en verano puede tener un papel fundamental en la prevención.
¿Qué deben vestir los mayores de 65 años para evitar los golpes de calor en verano?
Por empezar, hay que comprender que muchas personas mayores no combaten la sed simplemente porque no sienten la necesidad y tampoco detectan el calor ambiental con la misma intensidad que los jóvenes. Esto las convierte en un grupo especialmente vulnerable.
Por tanto, el uso de ropa adecuada es una medida de prevención básica que debe abordarse con criterios prácticos, cómodos y efectivos. Así, la ropa puede convertirse en una barrera eficaz frente al calor si se eligen correctamente los materiales y los colores. Algunas recomendaciones clave son:
- Usar tejidos naturales: lo más recomendable es vestir prendas de algodón, lino o fibras naturales. Estos materiales permiten la transpiración y favorecen la ventilación del cuerpo. Las fibras sintéticas deben evitarse, ya que impiden la circulación del aire y retienen el calor.
- Vestir colores claros: se aconseja usar prendas en tonos blancos, beige, pastel o colores neutros claros, ya que reflejan la luz solar en lugar de absorberla como ocurre con los colores oscuros.
- Ropa suelta y holgada: las prendas ajustadas dificultan la evaporación del sudor y aumentan la sensación térmica. La ropa holgada, por el contrario, mejora la circulación del aire entre la tela y la piel, ayudando a mantener una temperatura corporal más estable.
- Cobertura, pero sin agobio: pese al calor, es aconsejable cubrir partes del cuerpo con camisetas de manga corta o larga de tejido fino, pantalones ligeros y faldas o vestidos amplios. Esto protege la piel del sol directo y evita la deshidratación.
Recordemos que los golpes de calor pueden manifestarse de forma repentina. La temperatura corporal puede superar los 41 °C, provocando síntomas como mareos, confusión, piel enrojecida y seca, náuseas, vómitos, calambres y, en los casos más severos, pérdida de conciencia.
En mayores de 65 años, esta situación se puede agravar rápidamente si no se actúa con rapidez.
Prendas recomendadas según el género
Por un lado, la vestimenta de los hombres mayores debe ser funcional y transpirable. Algunas prendas útiles incluyen:
- Camisas de manga corta de algodón o lino.
- Camisetas livianas, sin estampados oscuros.
- Bermudas o pantalones de lino con cintura elástica.
- Zapatillas de lona o sandalias con ventilación.
Cabe remarcar aquí que la elección de calzado es fundamental: debe permitir la transpiración y facilitar la movilidad sin generar calor excesivo en los pies.
Por otro lado, en el caso de las mujeres mayores, se recomienda optar por ropa que no restrinja el movimiento y se pueda colocar o quitar con facilidad:
- Vestidos veraniegos de algodón o lino.
- Pantalones anchos o tipo capri con cintura elástica.
- Camisas y blusas holgadas.
- Calzado tipo alpargata o zapatillas de malla.
Es importante priorizar las necesidades físicas y no tanto el aspecto estético: la comodidad y la protección contra el calor deben estar por encima de todo.
Consejos adicionales para evitar los golpes de calor
Si bien el uso de gorros o abanicos puede proporcionar alivio momentáneo, no sustituye a una vestimenta adecuada. Algunas recomendaciones complementarias para prevenir los golpes de calor:
- No esperar a tener sed para beber agua.
- Permanecer en lugares ventilados o con sombra.
- Evitar salir en las horas de más calor (entre las 12:00 y las 17:00 horas).
- Refrescarse con paños húmedos o duchas tibias.
Por último, hay que recordar que las personas mayores con deterioro cognitivo, problemas de movilidad o enfermedades crónicas requieren supervisión para adaptar su vestimenta a las condiciones térmicas del momento.