El éxito del «modelo sueco»: alternativas de bajo riesgo como el snus y el vaper frente al tabaco

Esta estrategia ha llevado a Suecia a tener una de las tasas de cáncer de pulmón más bajas de Europa

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Los cigarrillos electrónicos no implican combustión, lo que reduce la exposición a toxinas.

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El cigarrillo tradicional expone a los fumadores a más de 7.000 sustancias químicas, muchas de ellas altamente tóxicas y relacionadas con enfermedades graves, como el cáncer de pulmón, enfermedades cardíacas y problemas respiratorios crónicos. Gran parte de este daño proviene de la combustión del tabaco, ya que, al quemarse, se generan sustancias dañinas como el alquitrán y el monóxido de carbono.

El vapeo, por otro lado, no implica combustión. Los cigarrillos electrónicos funcionan calentando un líquido (que puede contener o no nicotina) para producir vapor. Según estudios recientes, esta falta de combustión reduce significativamente la cantidad de toxinas a las que se expone el usuario. Aunque el vapeo no es completamente inofensivo, se considera una opción considerablemente menos dañina que el cigarrillo tradicional.

Suecia: referente en reducción de daños

Suecia ha adoptado un enfoque innovador y efectivo en la lucha contra las enfermedades relacionadas con el tabaco tal y como publican en el informe «Smoke Free Sweden 2023». El país se ha enfocado en la reducción de daños por tabaquismo, promoviendo el uso de alternativas con menos riesgos como el «snus» (tabaco oral que se pone debajo del labio y sin combustión) y los cigarrillos electrónicos. Esta estrategia ha llevado a Suecia a tener una de las tasas de cáncer de pulmón más bajas de Europa, a pesar de que el consumo de nicotina en forma de «snus» sigue siendo común.

El éxito de Suecia en este ámbito refuerza la idea de que la clave para reducir los daños asociados al tabaco no está necesariamente en la eliminación total de la nicotina, sino en la minimización de los riesgos asociados a su consumo. Al fomentar el uso de productos que no implican combustión, como el vapeo, Suecia ha conseguido reducir drásticamente las tasas de enfermedades vinculadas al tabaquismo. Esto ha permitido a Suecia mantenerse como líder en la reducción del impacto negativo del consumo de nicotina en la salud pública.

El vapeo, aunque no está exento de riesgos, es considerablemente menos dañino que el cigarrillo tradicional, ya que evita la combustión y la generación de toxinas dañinas. El caso de Suecia demuestra que un enfoque basado en la reducción de daños puede ser efectivo para reducir las tasas de enfermedades graves asociadas al tabaquismo.

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