Dispositivos electrónicos

Los dispositivos electrónicos pueden alterar la memoria y la planificación

Los dispositivos electrónicos pueden alterar la memoria y la planificación
pantallas3

Fact checked

×

Este artículo de OkSalud ha sido verificado para garantizar la mayor precisión y veracidad posible: se incluyen, en su mayoría, estudios médicos, enlaces a medios acreditados en la temática y se menciona a instituciones académicas de investigación. Todo el contenido de OkSalud está revisado pero, si consideras que es dudoso, inexacto u obsoleto, puedes contactarnos para poder realizar las posibles modificaciones pertinentes.

Los profesionales de la salud explican que no es bueno que los niños estén demasiado expuestos a la tecnología. Pero. ¿por qué tus hijos no deberían pasar tanto tiempo frente a los dispositivos electrónicos? Probablemente te lo habrás preguntado, y en este artículo queremos ofrecerte algunas respuestas de la ciencia. Ahora un estudio concluye que estos dispositivos pueden alterar la memoria y la planificación.

Un grupo de investigadores internacionales analizó el efecto de los móviles, los televisores y los ordenadores a largo plazo en la función cerebral de los niños.

Por qué los móviles pueden alterar la memoria y la planificación

Publicados en la revista Early Education and Development, infosalud, de Europa Press cita que los expertos han podido demostrar ciertos impactos negativos de los menores a la hora de pasar tantas horas diarias frente a la pantalla. A pesar de otros efectos que son positivos, estos especialistas afirman que es mejor imponerles algunos límites al tiempo de uso que tienen de los diversos aparatos.

Y más allá de eso, creen que hay mucho que se puede hacer respecto a proporcionarles un entorno de navegación 100% seguro.

Tras analizar a unos 30.000 participantes que formaron parte de la base de datos, concluyeron que los dispositivos electrónicos pueden alterar el córtex prefrontal del cerebro, que es la base de funciones ejecutivas como la memoria y la planificación. Lamentablemente, las modificaciones del córtex no tienen vuelta atrás y estos cambios suelen ser irreversibles.

Por otro lado, los niños que estaban más tiempo y a los que más les afectaban las pantallas mostraron una menor capacidad para procesar las sensaciones corporales. Menos capaces de interpretar la información audiovisual, se vuelven seres con un potencial más bajo que aquellos que pudieron desarrollarse en contacto con la naturaleza y recibiendo estímulos que provienen de fuentes diferentes a las pantallas inteligentes.

Hui Li, catedrático de la Facultad de Educación y Desarrollo Humano de la Universidad de Educación de Hong Kong y autor principal a cargo de esta investigación, manifestó que «tanto los educadores como los cuidadores deben ser conscientes de que el devenir cognitivo de los niños puede verse influido por sus experiencias digitales», y por eso es obligatorio adoptar «estrategias más innovadoras, amables y prácticas». Aboga, en este sentido, por darles mayor orientación, implicación y respaldo.

Los dispositivos están condicionando su adaptación al mundo

Los documentos indican que el potencial de las pantallas en los niños es «principalmente negativo», lo que podría condicionar gravemente su capacidad de adaptarse al mundo que les rodea. Estos menores tienden a presentar una conectividad funcional limitada en áreas cerebrales relacionadas con el lenguaje y el control cognitivo, según señalaron los mencionados investigadores.

Asimismo, un mayor tiempo de pantalla se asocia con una menor conectividad funcional. Es decir, los niños que ven pantallas demasiado tiempo parecen tener una habilidad menor para solucionar problemas. Este talento debe ser influenciado por padres, educadores y la sociedad en su conjunto en los primeros años de vida. La dependencia que se tienen con esos dispositivos electrónicos es contraproducente, y sus niveles de inteligencia y «volumen cerebral» bajan drásticamente.

Este «uso intensivo de los medios», como ellos lo llaman, conspira contra el normal procesamiento visual y su interpretación. Podrían incluir positivamente en algunas funciones cerebrales, pero estos resultados optimistas son ocasionales. Generalmente, se aprecian esos efectos buenos cuando la exposición a las pantallas se realiza en un entorno controlado.

La demanda cognitiva a la que obligan algunos videojuegos fue el argumento de los defensores de la exposición infantil a las pantallas, y no es suficiente para justificar estas rutinas. Los niños deben utilizarlas, como máximo, sólo dos horas al día.

Lo último en OkSalud

Últimas noticias