Descubren por qué los murciélagos no padecen cáncer aunque son portadores de muchos de los coronavirus

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Descubren por qué no padecen casi cáncer los murciélagos.
Diego Buenosvinos
  • Diego Buenosvinos
  • Especialista en periodismo de Salud en OKDIARIO; responsable de Comunicación y Prensa en el Colegio de Enfermería de León. Antes, redactor jefe en la Crónica el Mundo de León y colaborador en Onda Cero. Distinguido con la medalla de oro de la Diputación de León por la información y dedicación a la provincia y autor de libros como 'El arte de cuidar'.

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Estudios recientes han evidenciado que los murciélagos eluden el cáncer debido principalmente a su rápida evolución, lo que haría que evitase que muchas enfermedades pudieran evolucionar en este tipo de mamíferos. Este trabajo, que se ha publicado por Genome Biology and Evolution, abre la puerta a nuevos ensayos para poder conseguir terapias en humanos, siguiendo esta nueva realidad genética, que consigan vencer a esta enfermedad.

Los murciélagos son excepcionales entre los mamíferos por su vuelo propulsado, su larga vida útil y su robusto sistema inmunológico. Para investigar los fundamentos genómicos de las adaptaciones únicas de los murciélagos, se han secuenciado los genomas del murciélago frugívoro jamaicano (Artibeus jamaicensis ) y del murciélago bigotudo mesoamericano (Pteronotus mesoamericanus ) y los comparamos con una colección diversa de 13 especies adicionales de murciélagos junto con otros mamíferos.

Con la plataforma de lectura larga de Oxford Nanopore Technologies para generar ensamblajes muy completos y facilitar el análisis de regiones genómicas complejas, se encontró que el locus de interferón tipo I fue contraído por ocho genes en el ancestro común de estos mamíferos y se vio cómo los genes antivirales estimulados por interferones tipo I  evolucionaban rápidamente.

Estas modificaciones en el sistema inmunológico innato de los murciélagos pueden ser adaptaciones importantes que les permitan albergar virus de forma asintomática. Además, se ha encontrado evidencia de selección positiva en la rama que conduce al MRCA de los murciélagos, que actúa sobre 33 supresores de tumores y seis genes de reparación del ADN, lo que puede contribuir a las bajas tasas de cáncer y la longevidad observadas en estos mamíferos.

Estos nuevos recursos genómicos permiten conocer las extraordinarias adaptaciones de los murciélagos, con implicaciones para los estudios evolutivos de los mamíferos y la salud pública.

Murciélagos portadores de coronavirus

Han pasado más de tres años desde el primer caso de infección por un nuevo coronavirus (CoV) (SARS-CoV-2) en la ciudad de Wuhan (Hubei, China). En esta misma ciudad se fundó en 1956 el Instituto de Virología de Wuhan y en 2015 abrió en este centro el primer laboratorio de bioseguridad de nivel 4 del país. La coincidencia de ciudad entre los primeros casos de infección y la sede del instituto de virología, sumados a la fallida identificación del ARN del virus al 100% en ninguno de los CoV aislados en murciélagos, junto con la falta de evidencia sobre el posible animal intermediario en la transmisión de contagio, hacen que en la actualidad surjan dudas sobre el origen real del SARS-CoV-2. El SARS-CoV-2 fue de origen zoonótico o como escape del laboratorio de alta bioseguridad en Wuhan.

Aparte de estas particularidades que quizá nunca se lleguen a conocer, lo cierto es que los murciélagos de esta zona específica de china, son portadores de estos coronavirus que se llevan estudiando desde hace varias décadas e, incluso, se advirtió de su potencialidad para transmitir el covid actual, aunque nada se hizo para evitarlo según han manifestado algunos de los más importantes virólogos del mundo.

Los coronavirus (CoV) son un grupo grande de virus que infectan habitualmente el tracto respiratorio superior de humanos y que producen un cuadro clínico habitual de catarro, similar a la gripe, de aparición predominante en la época invernal. Se le atribuye el nombre corona-virus en referencia a los picos (Spikes ) que aparecen en su superficie (proyecciones de las proteínas de su cápsula), que adquirieron un aspecto parecido a la corona solar.

Todos los coronavirus tienen origen zoonótico, es decir, contagian diferentes especies de animales, dando lugar a una infección respiratoria y también intestinal. Hay cuatro géneros de los mismos: alfa, beta, gamma y delta. Alfa y beta infectan a mamíferos como los murciélagos, el ganado vacuno, los animales domésticos y los humanos. Las variantes gamma y delta infectan de manera más frecuente a las aves y otros mamíferos. La primera vez que se identificó un coronavirus como responsable de una infección respiratoria fue en 1937, afectando a aves de corral con un efecto devastador. En 1965 se evidenció que éstos eran responsables de aproximadamente el 15-30% de los cuadros de catarro común en humanos. Pero fue a principios de este siglo cuando se recibieron dos avisos de cuadros clínicos con mayor gravedad producida por esta familia de virus.

Los estudios iniciales de la pandemia covid compararon el primer genoma del covid-19 con el CoV del murciélago y comprobaron una secuencia idéntica en 96,2%, porcentaje muy alto pero sin llegar al 100%.

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