Cómo se identifica a los adictos al sexo

Cuando se nos viene a la mente la palabra adicción, rápidamente lo relacionamos al abuso de sustancia como las drogas o el alcohol, pero también hay adicciones vinculadas a nuestros comportamientos y acciones. Todas ellas tienen en común una cierta dependencia, unos pensamientos repetitivos y una compulsión hasta conseguir nuestro objetivo. En este artículo queremos mostrarte cómo se identifica a un adicto al sexo.

Hipersexualidad

La adicción al sexo implica un aumento de la sexualidad, que recibe el nombre de hipersexualidad. En el caso de los hombres se conoce como satiriasis, mientras que las mujeres son ninfómanas. Hay que decir, para que nadie se equivoque, que una persona que practica y disfruta del sexo con mayor regularidad no implica que sea un adicto. Es posible que tenga únicamente la necesidad de expresar su energía sexual con más frecuencia.

Sentimiento de vacío

La persona que en realidad es adicta al sexo tiene pensamientos negativos automáticos, donde tiene casi la obligación de realizar el acto sexual y por más que lo realice todavía se seguirá sintiendo vacío. En muchas ocasiones puede darse el caso de que este problema pueda acabar afectándole en otros ámbitos de la vida, ya que el grado de obsesión puede ser muy alto. Al igual que ocurre con otras adicciones, la víctima no es consciente de la gravedad de los hechos, por lo que tarda mucho en solicitar ayuda a profesionales. Cuando esto ocurre suele ser para complacer a otras personas. El adicto al sexo nunca está del todo satisfecho con las relaciones sexuales, por lo que desea más y más.

Cuatro tipos de adictos

Encontramos cuatro tipos de adictos al sexo. Suele ser un marido o una esposa que siempre esté insatisfecha sexualmente; la persona, con o sin compromiso, que busca con bastante frecuencia los encuentros sexuales ocasionales; los que recurren a los servicios sexuales de pago cuando no consiguen tener relaciones; y los que emplean pornografía a través de Internet, películas o revistas.

Recuperación

Es importante que la víctima busque ayuda de manera urgente para atajar lo antes posible el problema. Cada persona es un mundo, por lo que resulta complicado marcarse plazos en cuanto a la recuperación ya que en primer lugar habría que hacer un diagnóstico personalizado. Algunos especialistas cifran en torno a los dos meses el tratamiento, aunque si las causas que provocaron la adicción fueron un tanto complejas el problema puede tardar aún años en resolverse. Con el tiempo la persona afectada por la adicción al sexo puede tener dañada su autoestima y en algunos casos acabar con depresión. Pondría en peligro muchas áreas de su vida como puede ser la relación de pareja, las relaciones con los demás e incluso su puesto de trabajo. Al final el sexo se convierten en lo más importante y el resto ocupa un lugar secundario en sus vidas.

La adicción al sexo se observa tanto en hombres como en mujeres con edades comprendidas entre los 20 y los 45 años. El motivo de ello no se conoce, pero algunas teorías apuntan a factores emocionales.